Les alfàbegues de 2018 no serán de récord pero si totalmente ecológicas

En el huerto de les alfàbegues "Manolo El Morquero" está todo listo para que las albahacas salgan el miércoles, 15 de agosto, por las calles de nuestro pueblo llenando cada esquina de este color y olor tan particular. Este año las majestuosas plantas no batirán récord de altura pero poco le importa al maestro alfabeguer, Ramón Asensi, quien asegura que ha sido un año extraño en cuanto a las temperaturas "no ha hecho el calor de otros años pero las albahacas están bien, están sanas y eso es lo que importa".

En total se han cultivado 44 albahacas en el huerto y otras 30 en el cementerio. De todas ellas 16 han quedado para la Rodà y todas las demás se han enviado a muchos ayuntamientos de la provincia, así como edificios públicos como el Ayuntamiento de Valencia, el Palau de la Generalitat o las Cortes Valencianas para recordar que las fiestas de Bétera ya están aquí.

Este año las albahacas son totalmente ecológicas, no ha sido necesario protegerlas de ninguna plaga, por el que el encargado del huerto ha optado por dejarlas crecer sin utilizar ningún producto químico "de los 20 años que llevo cultivándolas para la fiesta es el primero que no he tenido que lanzar ningún pesticida, ya que no ha habido ni pulgón, ni mosca, ni nada de nada. La gente se las puede comer si quiere".

"Criar les alfàbegues es un procedimiento que se repite año tras año, la gran variante porque crezcan es el calor, que haga calor los meses que están plantadas, y el gran enemigo es la piedra, este año ha granizado pero afortunadamente ha sido de manera leve y no ha causado ningún problema", explica Ramón.

Ahora sólo falta que acaben de crecer, el día 14 por la mañana se realizará el sorteo de las plantas que corresponden a cada obrera soltera, y ya por la tarde los familiares y amigos de cada acudirán al huerto a vestirlas y decorarlas con las cañas como manda la tradición.

"Este año las obreras las han visto crecer, han venido a mucho al huerto, lo que me alegra enormemente. No sólo han venido los días marcados en el calendario por actos oficiales sino también de otros, sin cámaras ni música, a verlas crecer y evolucionar como se hacía antiguamente", concluye orgulloso el maestro.