Sanidad da diez días de plazo a un vecino para que legalice una serpiente pitón potencialmente peligrosa
El ejemplar, de raza reticulada, puede alcanzar una longitud de seis metros y precisa de medidas de seguridad especiales debido a su fuerza
La concejala de Sanidad, Maite Iraola, explica que “nuestra prioridad es garantizar la seguridad de los ciudadanos, por lo que exigimos a este vecino que cumpla con todos los requisitos que contempla la legislación para la tenencia de este tipo de animales”. La edil afirma que el propietario solicitó la licencia el pasado 9 de julio, pero todavía no ha aportado varios documentos imprescindibles para obtenerla, como el seguro de responsabilidad civil, el certificado de aptitud físico y psicológico y la memoria descriptiva sobre las características técnicas de las instalaciones del animal.
Iraola asegura que “la Concejalía de Sanidad no va a permitir que ningún vecino tenga en casa un animal potencialmente peligroso sin cumplir con todos los requisitos que contempla la legislación”. Si transcurridos diez días el propietario no regulariza la situación de la serpiente, el Ayuntamiento de Benidorm iniciará un expediente sancionador por una falta muy grave.
La serpiente pitón reticulada puede alcanzar una longitud de más de diez metros, aunque criada en cautividad no suele sobrepasar los seis metros. Por sus dimensiones, el animal precisa de un terrario del tamaño de una habitación y dotado de unas medidas de seguridad particulares debido a su enorme fuerza. El recinto debe estar reforzado con cristales de al menos siete milímetros de grosor ya que puede romper con cierta facilidad los delgados o incluso las láminas de madera.
Originaria del sureste asiático, Indonesia y Filipinas, la pitón reticulada que vive en cautividad precisa de una zona de baño con agua templada, así como un recinto con una temperatura que oscila entre los 25 y 30 grados de día y entre los 2 y los 5 grados por la noche. La serpiente habituada a la cautividad es pacífica con su cuidador, aunque puede haber algún ejemplar mordedor que puede causar graves heridas. La pitón reticulada es carnívora y se alimenta de roedores, cobayas o pollos pequeños.