El Consorcio de Aguas de la Marina Baixa prevé aportes adicionales a partir de verano si no llueve esta primavera
La ausencia de precipitaciones podría conllevar entrar en la situación de emergencia en el mes de junio
El Consorcio de Aguas de la Marina Baixa prevé que será necesario recurrir a aportes externos y adicionales de agua este verano si no se producen lluvias a lo largo de la próxima primavera. Así se ha puesto de manifiesto esta mañana en la sesión extraordinaria de la Junta General del Consorcio que se ha celebrado en Benidorm y que ha estado presidida por el alcalde de la ciudad, Toni Pérez.
En esta cita se ha aprobado -con tan solo un voto en contra y el resto a favor- el Plan de Emergencia en situación de sequía en la Marina Baixa, después de precisar que la comarca se encuentra en nivel de prealerta de sequía desde el pasado 19 de diciembre.
Este Plan de Emergencia contempla tres escenarios diferentes que se han puesto de manifiesto en la sesión. El primer escenario pasa por una ausencia total de lluvias durante la primavera, lo que conllevaría que a finales del mes de junio la Marina Baixa entraría en situación de emergencia y serían necesarios aportes externos cifrados entre 3 y 5 hectómetros cúbicos. Este sería el escenario más pesimista. El segundo pasaría por recibir las lluvias habituales en esta estación, con lo que los aportes externos serían también los habituales. El último escenario previsto plantea la llegada de precipitaciones en primavera, pero no de forma suficiente. De ser así, los aportes externos previstos para el verano se situarían entre uno y tres hectómetros cúbicos.
En la reunión de la Junta General del Consorcio de Aguas también se ha dado cuenta del Informe de Situación de Abastecimiento, el cual indica que el año 2023 ha sido “muy seco” y en el que se constata que “no hay datos de un otoño tan seco como este en la comarca”. Una situación que lleva al Consorcio a posicionarse en contra de los caudales ecológicos en los ríos Guadalest y Amadorio, al contrario de lo que sostiene la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). El Consorcio, de hecho, esgrime un estudio realizado junto a la Universidad de Alicante que defiende que ambos ríos “son efímeros”, en contraposición al criterio de la Confederación, que señala que se trata de ríos permanentes.
El citado informe también destaca la necesidad de continuar mejorando el almacenamiento de agua puesto que “cada hectómetro cúbico procedente de la EDAR de Mutxamel supone un millón de euros” y en el mismo sentido se indica que hay que continuar avanzando en la renovación de infraestructuras y en la optimización de los sistemas de riego en la comarca.
Y es que, según se enfatiza en el informe, esa inversión continuada en el tiempo es la que ha permitido mantener el consumo a lo largo de los años a pesar del aumento de población. Así, en el año 2000 la población en la Marina Baixa era de 120.000 personas y el consumo de agua era entonces de 19,92 hectómetros cúbicos. En 2019 la población en la comarca había crecido hasta las 170.000 personas y, sin embargo, el consumo se había mantenido en 19,74 hectómetros cúbicos. El informe recalca que la demanda se ha mantenido “a causa de la inversión realizada en la mayoría de las redes de abastecimiento”.