Compromís reprocha a Costas que en 50 años no haya podido garantizar la legalidad en la isla de Benidorm

El senador de Compromís, Carles Mulet, ha manifestado estar “negativamente sorprendido” por el poco celo del Ministerio para la Transición Ecológica por hacer cumplir la Ley en espacios como la isla de Benidorm, donde durante décadas ha existido un restaurante en terrenos que son un bien patrimonial del Estado desde tiempo inmemorial sin permiso alguno de la Administración del Estado.
 
“Es asombroso”, señala Mulet, “cómo de implacable es la administración en algunos casos contra particulares y cómo de permisivo en otras, hasta el punto que a pesar de un deslinde aprobado en 2005, un plazo de tres meses al Ayuntamiento de Benidorm para retirar las instalaciones existentes y una denegación de licencia, el local haya vuelto a explotar el turismo de un islote impunemente a pesar de no reunir los requisitos legales, no contar con licencia ni ser titulares registrales para ello”.
 
Pero para el senador “el caso del islote protegido de Benidorm es uno más, aunque sintomático, de hacia dónde dirige sus esfuerzos un Gobierno capaz de gastar mil millones en un proyecto inútil como Castor e ignorar como denuncian las organizaciones conservacionistas en su informe Banderas negras 2019 innumerables casos de contaminación, mala gestión, turistificación, destrucción de cordones dunares, presencia de plásticos, mala depuración, presión humana y urbanismo excesivo”. 
 
Así Compromís preguntó en julio al Gobierno qué campañas se han emprendido en colaboración con las autoridades locales y autonómicas para paliar los efectos negativos del turismo sobre el entorno, el mal estado de las aguas y para proteger los valores del litoral valenciano. En su respuesta el ministerio se centra únicamente en el caso de la isla de Benidorm, dejando al margen el resto de consideraciones de la pregunta o las reclamaciones de muchos valencianos ante la regresión que sufren sus costas.