El alcalde subraya que "España es una gran nación al haber sabido construir su unidad a partir de sus diferencias"
Benidorm ha celebrado el Día de la Constitución con un acto institucional celebrado en la Plaza de España en el que se ha concedido la Medalla Corporativa de la Ciudad a uno de los "padres" de la Constitución aprobada en 1978, José Pedro Pérez-Llorca, oriundo de Benidorm. El jurista de reconocido prestigio no pudo acudir a Benidorm por estar precisamente asistiendo a los actos institucionales celebrados en Madrid para conmemorar el trigésimo noveno aniversario de la Carta Magna, pero envió unas emotivas palabras de agradecimiento que leyó en su nombre el periodista Juan Díaz,
Pérez-Llorca lamentó "muy profundamente el no poder estar hoy presente físicamente en Benidorm" debido a compromisos igualmente conmemorativos de la Constitución y adquiridos con anterioridad en Madrid y Cádiz", y recordó anécdotas y vivencias de su familia benidormense que le transmitía su padre, el oftalmólogo José Pérez-Llorca. El alcalde de Benidorm, Toni Pérez, expresó a su vez el agradecimiento de la corporación municipal y de todo el pueblo de Benidorm, "por haber aportado su talento al marco constitucional que consolidó nuestra democracia, nuestra convivencia y el progreso de nuestro país".
Nacido en Cádiz, Pérez-Llorca fue uno de los siete ponentes de la Constitución aprobada en 1978. Diputado de Unión del Centro Democrático (UCD) por Madrid, fue ministro de Presidencia, Administración Territorial y Asuntos Exteriores durante los Gobiernos de Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo-Sotelo. En su etapa como ministro, inició las negociaciones para la adhesión de España a la Unión Europea, y fue uno de los impulsores de la entrada de España en la OTAN.
Además de la Corporación en pleno, el acto contó con la presencia del diputado nacional, Gerardo Camps, el senador Agustín Almodóbar, el diputado autonómico, Manuel Pérez Fenoll, miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y representantes de asociaciones y entidades ciudadanas
En su discurso institucional el alcalde de Benidorm, Toni Pérez, puso de relieve que desde su aprobación, "la Constitución ha sido el símbolo fundamental de la voluntad de consenso del pueblo y de una clase política que, estando a la altura de las circunstancias, supo entenderlo y desarrollarlo". En alusión a la actualidad política que vive el país, el alcalde recordó que "ante el dilema de hacer España o deshacerla, supieron apartar lo que les separaba, para centrarse sólo en lo que les unía, que no era otra cosa que asegurar la convivencia, la paz y el progreso de España y su pueblo, en un estado democrático".
Subrayó que "la dimensión de aquel consenso nos la da aquel 87,78 por ciento de las personas que, acudiendo a las urnas, apoyaron la Constitución. Un consenso y un respaldo constitucional,-dijo-, que ha sido ejemplo dentro y fuera de nuestro país y que necesitamos reeditar de nuevo como premisa para abordar cualquier reforma constitucional".
El alcalde emplazó a todos a "sentir un legítimo orgullo de lo que hemos conseguido en las últimas cuatro décadas y saber que la historia más relevante es la que estamos haciendo en común desde entonces. Ese orgullo nace de constatar que hoy, si España es una gran nación, es porque hemos sabido construir la unidad a partir de nuestras diferencias". Un idea que amplió en valenciano al decir que "hi ha moltes formes de sentir-se espanyol des de la pluralitat, el respecte i la convivència, i per això és necessari continuar defenent els valors constitucionals; perquè són els que ens fan lliures i iguals en drets i obligacions. A Benidorm, una ciutat oberta a tots els pobles del món, mai ens cansarem de reivindicar i defendre el diàleg, el consens i la capacitat d'arribar a acords per a continuar recorrent junts el camí del progrés econòmic i social".
El primer edil se mostró optimista de cara al futuro porque "aún se puede mejorar nuestro marco autonómico y reforzar la cohesión territorial (...) El primer paso para solucionar los problemas es el optimismo y estoy convencido que los desafíos rupturistas se pueden superar profundizando en la calidad de nuestra democracia. Lo que nadie puede pretender,-advirtió-, es convertir un supuesto proceso político en un atajo unilateral para violentar y subvertir los fundamentos de nuestra democracia, como tampoco nadie puede pretender que, ante eso, los que queremos a España y creemos en nuestra Constitución miremos hacia otro lado". "El buen ciudadano,-dijo citando a Cicerón-, es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretende hacerse superior a las leyes".