Barrachina anuncia el pago de otros 4 millones a 603 ganaderos y 3.175 nuevos agricultores para hacer frente a las pérdidas por la sequía
Estas ayudas benefician a 175.000 hectáreas de cultivo y 182.719 cabezas de ganado de explotaciones en extensivo y semiextensivo
El conseller de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, Miguel Barrachina, ha anunciado hoy que “ya se ha hecho efectivo el pago de otros 4 millones de euros de las ayudas destinadas a paliar los efectos de la sequía en la Comunitat Valenciana.
Barrachina ha explicado que “estas ayudas benefician a 603 ganaderos y a 3.175 nuevos agricultores y forman parte de los 17 millones que estamos destinando al sector por la sequía”.
El conseller ha realizado estas declaraciones durante el Consejo Asesor de Ganadería que ha contado con la presencia de representantes del sector de la Comunitat Valenciana.
Durante su intervención, Barrachina ha hecho hincapié en que con “este pago cumplimos con el compromiso adquirido con los agricultores y ganaderos de la Comunitat Valenciana para ayudarles ante las grandes pérdidas generadas por las inclemencias climáticas”.
“Ya se han abonado 16,7 millones de euros y se han beneficiado a 26.241 agricultores y 603 ganaderos de manera directa y fácil. La eficacia en el pago de estas ayudas demuestra la voluntad de este Consell por la simplificación y por ayudar de la manera más directa al sector”, ha informado.
Estas ayudas corresponden al Decreto-ley, aprobado por el Consell de Carlos Mazón y convalidado por unanimidad el pasado mes de octubre en Les Corts Valencianes, con el objetivo de garantizar la supervivencia de 175.000 hectáreas de cultivo, con apoyos que oscilan entre 200 y 4.500 euros para los cultivos herbáceos, y hasta 1.200 euros para los leñosos. Asimismo, también se favorece a 182.719 cabezas de ganado de explotaciones en extensivo y semiextensivo, que pueden llegar a percibir hasta 18.000 euros.
Además, el conseller ha señalado que desde la conselleria ya se está trabajando en la elaboración de nuevas ayudas directas para las explotaciones ganaderas damnificadas por la riada, tanto por las pérdidas de animales como por los daños ocasionados en las infraestructuras.