El Avión Zapador aumenta su población en la Comunitat Valenciana un 66,6% en los últimos cinco años
La Conselleria de Medio Ambiente está desarrollando el Plan de Conservación de esta especie catalogada como Vulnerable
Ha pasado de tener 1.135 parejas reproductoras en 2006 a 2.224 en 2011
En estos años no sólo ha aumentado la población de esta especie amenazada, sino que se expandido territorialmente y, en la actualidad, ocupa desde la zona del río Turia, en Valencia, hasta el sur de la provincia de Alicante.
El director general del Medio Natural, Alfredo González, ha asegurado que esta evolución positiva se debe, fundamentalmente, “al esfuerzo que está realizando la Conselleria de Infraestructuras para detectar las colonias y aplicar le protocolo de conservación durante la época reproductora, ya que se trata de una especie muy vulnerable a los fenómenos naturales”.
Según ha explicado, “una vez que se localiza una colonia, se comunica a los agentes medioambientales de la zona, se organiza una reunión con los responsables de las graveras, a quienes se informa del estado legal de protección de la especie, y comienza el seguimiento a los ejemplares y sus crías”.
“Además, la información a las empresas o propietarios de los terrenos en los que se han instalado las colonias y su implicación ha sido fundamental para el éxito de este protocolo que ha permitido un incremento en el número de reproductores”, ha añadido.
Los censos se realizan en el área de distribución de las colonias, desde la zona del río Magro, en la provincia de Valencia, hasta el sur de la provincia de Alicante.
Además, la Conselleria de Infraestructuras y Medio Ambiente está desarrollando un Plan de Conservación para esta especie en el que se perfilarán las medidas generales para la recuperación de las poblaciones de esta especie en los ríos valencianos.
Una especie Vulnerable
El avión zapador (Riparia riparia) es un ave de ribera catalogada como Vulnerable en la Comunitat Valenciana que se reproduce en lugares con taludes terrosos donde hace el nido. Estos taludes son generados de forma natural por el arrastre y desmoronamiento de las orillas de los cauces como consecuencia de la erosión fluvial. También utiliza taludes artificiales de origen antrópico generados en obras y en explotaciones de áridos, principalmente graveras, que remodelan el paisaje.
La baja supervivencia de esta especie está relacionada con los riesgos naturales, las sequías en las zonas de invernada y una alta mortalidad durante la migración, pero viene compensada con una alta natalidad en sus áreas de cría, por lo que cualquier incidencia en las zonas de nidificación puede provocar una disminución de las poblaciones.
Se encuentra presente en las tres provincias de la Comunitat Valenciana, con una menor presencia en Castellón. La mayoría de las colonias se asientan en taludes o montones de tierra de origen antrópico, generados durante el desarrollo de obras y explotaciones de áridos, debido al menor esfuerzo que supone excavar en ellos. Esta dependencia de actividades humanas produce frecuentes conflictos, lo que ha conducido en ocasiones a la destrucción de las colonias implicando un retraso en la reproducción, la destrucción de nidos y huevos, y muerte de algunos adultos.
En España, su distribución como nidificante está determinada por la existencia de taludes donde asentar las colonias por lo que se encuentran dispersas en la mayoría de las cuencas hidrográficas. La existencia de taludes es un factor limitante a la hora de ubicar la colonia por lo que su eliminación reduce las posibilidades de reproducción.