Aumenta la presión sobre el Gobierno para doblar el precio del tabaco hasta los 10 €
Asociaciones de 'no fumadores' lamentan que el precio del tabaco en España es bajo comparado con Noruega, Reino Unido o Francia
Nofumadores.org reclama la inclusión en los presupuestos generales del estado de una fuerte subida del precio del tabaco, llevando la cajetilla a 10 euros. A pesar de las declaraciones del ministro de Salud, Salvador Illa, en la que afirmaba que existen otros mecanismos, el sistema adecuado para comprometer a un país en la lucha contra la principal causa de muerte evitable son los PGE. La presidenta de Nofumadores.org, Raquel Fernández Megina afirmó que “la industria del tabaco, con 55.000 muertes al año, principal causa de muerte evitable y causa del agravamiento de la Covid-19 y posible transmisión en espacios abiertos está escapando sin un rasguño”. En efecto, la última encuesta realizada por el Ministerio de Sanidad cuenta que, a pesar del confinamiento, un 15% de población fumadora consume más cigarrillos que antes. “Se trata”, afirma Raquel Fernández, “de una crisis sanitaria y un ataque a los derechos civiles de la infancia y la mujer que dura ya décadas y que no podemos soslayar ni un minuto más”. En efecto, el cáncer de pulmón en mujeres ha aumentado un 400% en los últimos 30 años, alcanzando al cáncer de pecho en número de muertes.
La OMS ha recordado varias veces al Gobierno Español que el precio final del tabaco en España no resulta disuasorio, al ser estos impuestos proporcionales. La política tributaria del tabaco es ineficaz al no desincentivar el consumo, como si consiguen, sin embargo, otros países del entorno de la Unión Europea, como Irlanda, Reino Unido o Francia. El precio del tabaco en España, a pesar de estar cargado de impuestos, es bajo en comparación con los países de alrededor. En Noruega, la cajetilla de tabaco cuesta 12,28 euros, Reino Unido 11 euros, Francia 8.5 euros aproximadamente. En España, el precio medio son 5.5 euros, sin contar con las Canarias, lo que convierte a nuestro país en el estanco de la Europa. Mientras miles de turistas compran tabaco a precios irrisorios en Canarias, en la frontera entre España y Francia permitimos el “contrabando legal” de tabaco en los estancos de la frontera lo que socava los esfuerzos antitabaco del país vecino. La presidenta de Nofumadores.org recuerda que “la fuerte subida del precio del tabaco en Francia supuso en 2018 un millón de fumadores menos”.
Existen además otros países como Nueva Zelanda, que ha realizado una gestión sobresaliente del Covid19, que cuenta con una cajetilla a 18.5 euros. Al igual que Australia, que aplicó subidas progresivas en años alternos hasta llegar a un precio similar. Estos países cuentan con políticas de precios con el objetivo claro de reducir el tabaquismo y, además, funcionan. La industria tabaquera agita siempre el miedo al contrabando, pero lo cierto es que los cuerpos de seguridad y el beneficio para la salud de sus ciudadanos priman en los estados con precios disuasorios.
Las normas anti-Covid, privilegian al fumador
A pesar de estar en una epidemia de carácter pulmonar, las regulaciones anti-Covid privilegian al fumador sobre quien no lo es. Mientras que todas las personas están obligadas a no quitarse la mascarilla mientras caminan por la calle, la distancia de 2 metros para fumar es un privilegio absurdo que permite a los fumadores caminar con el cigarro en la mano y exponer al resto de ciudadanos al humo de tabaco y a la eventual carga vírica que este libera. Si el resto de la población tiene que llevar la mascarilla todo el tiempo, el fumador debe hacer lo mismo, sin importar la distancia y, ni mucho menos, caminar cigarro en mano como estamos sufriendo en las calles españolas.
Nofumadores.org sostiene que la pandemia ha encontrado a los pulmones españoles en una situación lamentable, débiles, acartonados, propensos a infecciones. Con un 34% de población fumadora, siendo el tabaquismo la primera causa de agravamiento de la Covid19 después de la vejez. Fernández Megina asegura que “ha llegado el momento de poner el fin a la década perdida contra el tabaquismo y trazar un plan con referentes y objetivos ambiciosos pero alcanzables. El objetivo son los espacios libres de humo y un END GAME que baje la población fumadora a un 5% residual en el año 2030”. Para ello, que la cajetilla a 10 euros y subidas paulatinas de todos los productos del tabaco se recojan en los PGE se antoja como una medida indispensable. Porque es muy difícil luchar contra el tabaquismo, teniendo una política tributaria contraria a la que desarrolla la Europa Occidental desarrollada.
Hace diez años, la ley española se convirtió, sobre el papel, en un referente europeo. La dejadez política y la interferencia de la industria tabaquera y patronal hostelera la han convertido en un papel mojado. Con 55.000 muertes al año, con la juventud accediendo al tabaco y al vapeo en cifras no vistas desde hace 10 años, la política fiscal del tabaco fracasa, por lo cual el aumento significativo y disuasorio del precio del tabaco no puede esperar más. Mientras tanto, el Gobierno de España contempla pasivamente como avanza la Pandemia del Tabaquismo, incorporando generación tras generación en su círculo vicioso, en plena Pandemia de la Covid19.