AVA-ASAJA acusa al Consell de “despreciar” al sector agrario al no conceder las ayudas prometidas por la crisis citrícola y la gota fría
La organización critica a la Generalitat por publicar una resolución de ayudas destinada a los desempleados mientras que los agricultores aún no saben nada
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) acusa al gobierno autonómico y especialmente a la conselleria de Agricultura de “despreciar” al sector agrario valenciano por no conceder las ayudas prometidas para compensar los perjuicios soportados tanto en la pasada campaña citrícola como por la devastadora gota fría acaecida en septiembre.
La resolución de ayudas que la Generalitat Valenciana publicó ayer, con motivo de la DANA, colmó la paciencia de la organización agraria. Así, la citada resolución otorga a los ayuntamientos una serie de ayudas para que contraten a personas que se encuentran en el paro, mientras que deja fuera de las mismas a los agricultores y ganaderos que han sufrido pérdidas millonarias en sus explotaciones e infraestructuras agrarias.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, considera positivas estas ayudas a los desempleados pero recuerda que “ya hace más de un mes que los propietarios de los campos damnificados están esperando que el Consell concrete los requisitos, los plazos y los procedimientos para tramitar la línea de subvenciones anunciadas a bombo y platillo. Los políticos nos visitaron y nos dieron muy buenas palabras, pero el tiempo pasa y no hay día en el que nuestros asociados no llamen desesperados preguntando cuándo se va a saber algo”.
Este motivo de indignación se suma al incumplimiento por parte del Consell de aprobar un paquete de ayudas de minimis dirigido a los productores ante la desastrosa campaña citrícola 2018/2019. “Aunque la cuantía comprometida apenas ascendía a ocho millones de euros, frente a los más de 300 millones que alcanzaron las pérdidas del sector citrícola, se trataba de una iniciativa que pretendía demostrar la sensibilidad de la Generalitat Valenciana hacia un sector que califica de estratégico pero que, a la hora de la verdad, desdeña y olvida”, afirma Aguado.