Armas de guerra y granadas: Cae una trama con tentáculos en la C.Valenciana que se aprovechaba de ucranianos para robar coches de lujo
Un ruso dirigía desde el territorio autonómico las finanzas de toda la trama que robaba a empresas de alquiler de coches
Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con la Gendarmería francesa, la Policía Nacional de Ucrania, las autoridades polacas, bajo la coordinación de EUROPOL y EUROJUST, han desarticulado una organización criminal que utilizaba a mujeres ucranianas vulnerables para el tráfico ilícito de vehículos en Europa. Durante la investigación, que también ha contado con la colaboración de las autoridades alemanas y letonas, se ha detenido a un total de 50 personas que integraban distintos estratos de la organización –dirección, financiación, logística, captación y mulas-. Durante la fase de explotación simultánea, se han llevado a cabo 0 entradas y registros en España, Alemania, Francia, Polonia y Ucrania, y se han intervenido 13 vehículos -11 de ellos sustraídos-, documentación falsa, más de 150.000 euros en efectivo, armas de fuego, un fusil de asalto y tres granadas de guerra.
La investigación se inició a finales de 2022 al detectar un incremento en la sustracción de vehículos de alta gama procedentes de empresas de alquiler, que eran sustraídos por personas que se desplazaban por todo el territorio nacional. Gracias a los canales de coordinación internacional, y en concreto en el marco de EUROPOL, se detectó la misma tipología delictiva por todo el territorio de de la Unión Europea, por lo que se creó un Operational Task Force integrada por la Policía Nacional de España, la Gendarmería Nacional francesa y las policías de Ucrania y Polonia junto a EUROPOL para coordinar las actuaciones.
Además, a nivel Judicial en el marco de la Agencia Europea para la Cooperación Judicial Penal, EUROJUST, se creó un Equipo Conjunto de Investigación Europeo entre el Juzgado de Instrucción número 1 de Málaga y los juzgados de los otros tres países intervinientes al objeto de favorecer el intercambio ágil de las diferentes medidas de investigación llevadas a cabo por los distintos cuerpos policiales en sus respectivos países.
Fruto de la investigación, se detectó la existencia de una amplia red criminal formada por ciudadanos ucranianos y rusos, que actuaba por todo el territorio europeo utilizando a ciudadanos ucranianos en situación de vulnerabilidad para sustraer vehículos de gama alta para su posterior venta.
Cinco estratos dentro de la organización
Las investigaciones detectaron que la organización criminal se dividía en cinco estratos con funciones perfectamente delimitadas y definidas:
En el primer estrato, de dirección, se encontraba el máximo responsable de la organización, un ciudadano de origen ruso establecido en una urbanización de Marbella, desde donde se encargaba de la organización del aparato logístico utilizado para dar salida a los vehículos sustraídos en Europa. Entre otras funciones, se encargaba de facilitar el transporte de los vehículos sustraídos en Europa para lo que utilizaba documentación y matrículas falsas de diversos países, obtenidas a través de una conglomerado empresarial legal de alquiler de vehículos con sede en Alemania y sucursales en Marbella que utilizaban como tapadera. Además, era el encargado de la reserva de los contenedores para el envió de los vehículos vía marítima a terceros países, así como de supervisar la rama logística.
En el siguiente escalón se encontraba la parte financiera de la estructura, que estaba a cargo de un nacional ruso afincado en la provincia de Alicante. Esta persona sería la encargada de los flujos financieros realizados entre las distintas ramas de la organización, así como de la financiación del envío de los contenedores. Este escalón también se encargaba de blanquear los beneficios obtenidos por la organización criminal a través de un complejo entramado de cuentas bancarias, localizadas tanto en países europeos como en terceros países y en diversas divisas.
Bajo la supervisión de la dirección, se encontraba el escalón logístico formado por personas de nacionalidad ucraniana y rusa que estaban establecidos en Alemania, Polonia y Francia. Estas personas serían las encargadas de seleccionar los vehículos a sustraer y localizar las diversas empresas de alquiler de vehículos de interés. Además, se encargarían de recoger a las mulas en los diversos aeropuertos y trasladarlas a los hoteles y diversas empresas de alquiler.
En Ucrania se encontraba la rama de la organización dedicada a la captación de mulas. Esta rama formada por nacionales ucranianos, buscaban perfiles muy específicos que favoreciesen la actividad criminal. Así, aprovechando la situación bélica en la que se encuentra el país, buscaban a personas con bajos recursos económicos y en situación de necesidad, a las que captaban a cambio de una contraprestación económica. Además, debido a los controles fronterizos, buscaban perfiles que pudieran entrar y salir del país libremente siendo las mujeres en situación de pobreza el perfil preferido por la organización criminal.
En el último escalón de la organización se encontraban las mulas, nacionales ucranianos, preferiblemente hombres de avanzada edad y, especialmente, mujeres, todas ellas en situación de vulnerabilidad. Estas personas eran acompañadas a distintas zonas de Europa por la parte logística de la organización donde alquilaban vehículos de lujo que entregaban a la organización. Una misma mula era capaz de alquilar cinco o seis vehículos por viaje en distintos países europeos.
Captaban a mujeres y personas de edad en Ucrania
El modus operandi para cometer las apropiaciones indebidas, partía por captar personas vulnerables en Ucrania que pudiesen abandonar el país, preferentemente mujeres y ancianos de bajos recursos económicos. Una vez fuera del país serían trasladados a diversos países europeos donde alquilarían los vehículos de alta gama que serían puestos a disposición de la organización criminal. Tras sustraer varios vehículos en diversos países regresaban a Ucrania, donde otra mula ocuparía su lugar viajando por otras zonas y empresas de alquiler. De esta manera, buscaban evitar la detección policial al ir cambiando de manera constante las personas involucradas.
Una vez los vehículos se encontraban en poder de la organización, estos eran manipulados y falsificados al objeto de evitar su detección. Tras ello eran enviados a terceros países, principalmente vía marítima mediante contenedores. Los principales países receptores de los vehículos eran Emiratos Árabes, Reino Unido y países de Europa del Este. A lo largo de la investigación se ha detectado la apropiación indebida de alrededor de 50 vehículos de lujo en diversos países europeos como son España, Francia, Bélgica, Alemania, República Checa, Portugal, Italia, Lituania, Suiza y Austria.
El pasado 21 de mayo se llevó a cabo la explotación final de la operación de manera simultánea por parte de los cuatro países miembros del Equipo Conjunto de Investigación. En esta última fase se han llevado a cabo un total de 70 registros y 13 detenciones en España, Francia y Ucrania, entre los que se encuentran los líderes de la organización.
Es de destacar que la cúpula directiva de la organización criminal ha ingresado en prisión por orden de la autoridad judicial, habiendo sido intervenidas igualmente las cuentas bancarias y diversos medios de pago de los investigados. A lo largo de la investigación y de las distintas actuaciones operativas policiales se ha conseguido detener a un total de 50 miembros de la organización criminal, ingresando la cúpula directiva en prisión provisional tras ser puestos a disposición judicial.
El centro de coordinación para la explotación de la operación se estableció en la Comisaría de Policía Nacional de Málaga desde dónde se coordinaron el resto de actuaciones policiales y judiciales participando EUROPOL y EUROJUST. Para la ejecución del operativo, y al tratarse de una investigación conjunta en el marco europeo, se han desplazado policías de España, Ucrania y Francia, así como operativos de EUROPOL, a todos los países involucrados.
Durante la explotación de la operación llevada a cabo en los diversos países se intervinieron un total de 13 vehículos, 11 de ellos sustraídos, numerosa documentación de personas y vehículos que resultó ser falsa, más de 150.000 euros en efectivo, armas de fuego, un fusil de asalto y tres granadas de guerra. Según los investigadores, la organización habría obtenido con sus acciones más de 4.000.000 de euros en los últimos dos años.