Som Animalistes hace balance de la Concejalía de Bienestar Animal
"Cuando nos encontramos a mitad de legislatura, es un buen momento para hacer balance y ver los logros, fracasos y promesas incumplidas". Así comienza el Balance Bianual de la Concejalía de Bienestar Animal del Ayuntamiento de Valencia, emitido por Som Animalistes, corriente animalista del partido Som Valencians, encabezada por Toni Tamarit y Mercedes Andani, que ha realizado un informe para analizar la labor de esta concejalía en sus dos primeros años de existencia. "Crear una Concejalía de Bienestar Animal es una idea muy loable y ambiciosa, siempre y cuando se entre en la legislatura con un programa perfectamente previsto y habiendo buscado previamente asesoramiento por parte de personas con experiencia e inmersas en el sistema, que manifestasen claramente las carencias y problemas del mundo animal en Valencia. Este no ha sido el caso de la nueva y flamante concejalía del tripartito", advierte el documento.
"A cambio" -exponen Tamarit y Andani- "sólo hemos visto parches y soluciones improvisadas, la mayoría de las veces arbitrarias y de utilidad cuestionable.
Desde Som Animalistes denunciamos la pésima gestión llevada a cabo por la protectora Modeprán. Pese a recibir cantidades anuales que superaban los 400.000€, han seguido acumulando animales hacinados y, como resultado, gran cantidad de residuos, suciedad y contagios. Teniendo en cuenta además se trata en general de animales enfermos, heridos o en mal estado procedentes de la calle o de abandono, no es de extrañar que el número de bajas se disparara de forma alarmante debido a la gran insalubridad del recinto. No hace tanto que la concejala de Bienestar Animal denunciaba este elevado número de bajas, lo cual es muy curioso, ya que desde la nueva Concejalía de Bienestar Animal no se hizo nada por resolver esta situación, ni se pensó en mejorar o ampliar del centro de Benimàmet o crear centros alternativos reales y eficaces. La opción alternativa a Modepran, de una empresa privada que implicaba volver a los tiempos del sacrificio de animales, fue denunciada por Som Valencians y se logró detener el proceso.
Ahora, nuevamente nos sorprenden con la noticia de que los gatos deben dejar el centro de Benimàmet para ser distribuidos por solares que pertenecen al Ayuntamiento y que carecen totalmente de infraestructura para atender a animales enfermos o heridos, que quedan de este modo condenados al ostracismo y a una muerte lenta". El balance, a continuación, plantea dos cuestiones: "¿Recibirán algún tipo de asistencia veterinaria o quién se encargará de atender y financiar a estos animales? ¿significa esto que estos animales ya no son de interés de dicha Concejalía?".
En lo referente al Plan Colonial Felino de la ciudad de Valencia, el texto también hace referencia a un incumplimiento de objetivos: "Se prometió esterilizar en un año a 300 gatas libres de colonias y apenas se han llegado a las 200, cifra irrisoria y que no aporta ninguna solución dada la gran cantidad de gatas en edad de procrear en las más de 500 colonias urbanas. Si uno calcula, resulta una cifra de 0,4 gatas por colonia y año. Con estas cifras, no es de extrañar que cada año sigamos viviendo la avalancha de cachorros, sentenciados al hambre y a una vida errante en las calles llenas de peligros que harán muy improbable su supervivencia. No es precisamente una vida digna que podamos considerar como bienestar animal. Se prometió también dotar de carnets a los alimentadores y solo se han entregado 75 durante estos dos años. La mayoría de los alimentadores siguen estando desprotegidos ante aquellos que no aceptan la supervivencia de gatos libres en las calles de nuestra ciudad".
Además, en lo que respecta a la promoción de acciones a favor del bienestar animal, Som Valencians deja claro que "colocar carteles de diseño en el mobiliario urbano con un "Meow" en inglés, en lugar de fomentar realmente el valenciano, sólo es uno de los muchos parches que de nada sirve si no existe detrás un plan y una infraestructura real y eficiente. Se echan en falta campañas publicitarias para mejorar la convivencia entre animales y humanos y la solidaridad vecinal, así como concienciar a los ciudadanos contra el abandono y fomentar la adopción. No se puede carecer de un "plan B" cuando se trata de seres vivos que siguen sobreviviendo en las calles y sobrecargando a voluntarios particulares que tienen que afrontar su manutención, castración y atención de su propio presupuesto, que muchas veces es escaso. Existe una total indiferencia ante la formación a policías o nuevas generaciones sobre el trato digno a los animales, ni campañas de divulgación ante temas de importancia que afectan al mundo animal y a su convivencia con los humanos".
Por todo ello, y en conclusión, el equipo Som Animalistes de Som Valencians, considera que el balance es "claramente negativo". Demasiados parches, demasiadas expectativas frustradas y promesas incumplidas.
