La exposición “Entre joies i amagatalls” de Salvador Mollà abre la presente temporada de la Sala Municipal de Exposiciones
La pasada semana se inauguró la 21 temporada de la Sala Municipal de Exposiciones de la Casa de la Cultura con una muestra que, con el título “Joies i amagatalls”, recoge los trabajos más recientes del artista de Ontinyent, Salvador Mollà. La exposición se podrá visitar hasta el 9 de noviembre.
Es la segunda vez que este artista muestra su obra en Alzira. En 2002 expuso, por primera vez, su obra escultórica y collages cerámicos y aportó a nuestro patrimonio la escultura pública “Flos d’inventari” que daba título a aquella exposición y está ubicada en la intersección de la calle Gandia con la Avenida Vicente Vidal, así como un panel cerámico, realizado en vidrio y barro, titulado “Textura amb lligaça” que se puede contemplar en las dependencias de la Casa Consistorial.
El concejal de Cultura, Carlos Correal, destacó de Mollà: “Es un artista polifacético que combina su propia producción artística con los trabajos profesionales y con la creación y el impulso de una gran cantidad de actividades socioculturales”.
En el ámbito de las Artes Plásticas, Mollà cuenta con una extensa trayectoria avalada por una gran cantidad de exposiciones y intervenciones que han traspasado nuestras fronteras llegando a paises como Alemania, Inglaterra, Suiza y EEUU. Su obra está presente en espacios públicos como la autovía Alcoy- Valencia, su propia Ciudad (Ontinyent) o Alzira, entre otras.
En esta muestra se aprecia la evolución de su trabajo creativo, un trabajo que, aunque renovado, no ha perdido las señas de indentidad que han caracterizado su obra desde el principio. Una obra de contrastes y muy diversa, tanto por la gran variedad de piezas y formatos, de soportes y de lenguajes como por la gran cantidad de técnicas y materiales empleados para construirlas. Todo y que la ceràmica ha sido el material por el que es más conocido, materiales tan diversos como hierro, madera, cuerda, plata, oro, vidrio, acero, materiales recuperados y, hasta la luz, salen de sus manos transformados en extraordinarios objetos artísticos que, puramente estéticos o con determinadas utilidades prácticas, están todos ellos dotados de una gran personalidad que identifica y da coherencia a toda su producción.
