Éxito de participación en la excursión de la cuarta etapa de la Ruta dels Monestirs
A las nueve de la mañana se reunieron los participantes en las puertas del Monasterio de Santa María de la Valldgina, para iniciar la etapa. Un breve pero agradable recorrido siguiendo el curso del Río Vaca, donde el ayuntamiento de Simat ha habilitado una zona de descanso, pasado el cual el sendero GR-236 zigzaguea por el corazón de este valle, poblado de naranjos y surcado de acequias, hasta llegar a la localidad de Benifairó de la Valldigna, donde se realizó la primera parada para almorzar.
La marcha continuó, abandonando definitivamente la comarca de la Safor para entrar en la Ribera Alta, por el exuberante de vegetación y sombrío desfiladero del antiguo trazado del tren de vía estrecha, que hacia el enlace de Carcaixent - Denia, recuperado ahora para la Ruta dels Monestirs, y que estuvo abandonado desde finales de la década de los años sesenta. A la belleza de la Valldigna le sigue este reducido el Valle de Aigües Vives, enmarcado por la sierras del Realeng y de les Agulles. Avanzando casi sin esfuerzo y admirando los familiares paisajes que envuelven la Barraca, sin esperarlo, los senderistas alcanzaron hacia el medio día el cuarto monasterio de la Ruta, el Convento de Santa María d’Aigües Vives, propiedad de la familia Gomar - Ferrer, más conocida por la empresa Tano de Gandia. El alcalde de la Barraca de Aigues Vives, Enrique Gómez, recibió a los excursionistas que, acompañados del concejal de Turismo, Miguel Vidal, agradecieron al alcalde la atención de acompañarles en la visita al monasterio, donde aprovechó para contar el descubrimiento de la imagen de la patrona de la localidad, la Mare de Déu d’Aigues Vives. La visita se completó con un recorrido por el claustro, la iglesia, la antigua sala Capitular, distintas estancias de la primera planta del edificio conventual o el dormitorio principal. Destaca el buen estado de conservación del edificio, gracias a los cuidados de los barones de Casanova que lo adquirieron tras la exclaustración, así como de los siguientes propietarios que lo han sabido conservar hasta la fecha.
Los asistentes continuaron el recorrido hasta la Barraca d’Aigües Vives, donde el alcalde de esta entidad local menor selló los credenciales de su paso. En el parque situado junto a la antigua estación de ferrocarril, se realizó la parada para la comida, y prepararse para afrontar el plato fuerte del día, el primer tramo del Pas del Pobre, que une la solana de la Barraca con la umbría de la Casellla.
Así, aproximadamente a las 14’30, se abandonó el núcleo de la Barraca para dirigirse hacia la Serra de les Agulles, hacia el histórico paso natural escogido en la Edad Media por los peregrinos que transitaban de monasterio en monasterio y que ahora ha dado motivo a esta ruta turística, que lleva su nombre, El Pas del Pobre.
Un breve pero intenso ascenso por la Solana de la Barraca, culmina en la dorsal de la sierra, donde un mirador natural ofrece magníficas vistas de todo el Vall d’Aigües Vives a un lado, y de la Casella al otro. En la desembocadura del Valle de la Casella, a los pies de la Muntanyeta de Sant Salvador, se divisa ya la ciudad de Alzira, destino final de este largo sendero iniciado el 19 de septiembre en Gandia y que, a través de cinco etapas, habrá totalizado los noventa y cinco kilómetros de recorrido, a través de diversas poblaciones como Almoines, Palma, Alfauir, Almiserà, Llutxent, Pinet, Barx, Simat, o la Barraca, recónditos valles y cadenas de montañas, con variados paisajes que van de la costa al interior, con frondosos bosques que cubren de sombra senderos y caminos, que hacen de esta Ruta una de las más atractivas y completas de nuestra geografía peninsular, tanto desde el punto de vista cultural como natural, siendo apta para todos los públicos.
Tras un agradable descanso en el se aprovechó para recrear la vista en infinidad de detalles, se reanudó el descenso por la espesa y exuberante umbría de la Casella, que con un pronunciado desnivel que, unido al suelo resbaladizo por la excesiva humedad del terreno, provoca algún que otro resbalón. Un sendero que cambia de dirección continuamente para reducir el riesgo de caídas y aliviar el descenso, va zigzagueando continuamente para salvar el gran desnivel.
Una vez en la parte baja del sendero, un confortable paseo conduce hasta la Font Nova de la Casella, en las puertas del Paratge Natural Municipal de la Casella, por unas rústicas escaleras de piedra se enlaza con el Sendero de Pequeño Recorrido PR-303, “De Alzira a la Casella”, hasta el Bar de la Casella, finalizando así la 4ª etapa, con un recorrido aproximado de quince kilómetros.
La quinta y última cita será el domingo 16 de enero de 2011. El autobús recogerá en la Plaça del Regne a los participantes y los llevará hasta el Bar de la Casella, para reiniciar el trayecto por el Carasol, por un tramo del PR-303 en sentido inverso, para desviarse el GR-236 por el Pas del Pobre, que por un sendero ascendente va de la Solana de la Casella a la Umbría de la Murta, antigua vía pecuaria, conocida como la Vereda dels Frares.
A media mañana se visitarán las ruinas del histórico monasterio de Nuestra Señora de la Murta. Por la tarde, esta quinta y última etapa finalizará en Alzira, entregando los senderistas los carnets en el Museo Municipal (MUMA), para certificar su participación en esta tercera edición de la Ruta, organizada por la Concejalía de Turismo.
Las personas interesadas en participar pueden informarse en la Oficina de Turismo o en el Museo Municipal.