Ayer se celebró con éxito de participación la segunda etapa de la Ruta dels Monestirs
Cerca de 180 excursionistas participaron de esta segunda etapa
El bullicioso grupo atravesó a primeras horas de la mañana, las silenciosas calles de Rótova ante el asombro de los madrugadores de esta tranquila localidad. El camino abandonó la población para adentrarse por un sendero entre naranjos en el estrecho desfiladero que enmarca el río Vernissa, seco por las escasas lluvias de estos meses pasados. Recordamos que en anteriores ediciones no pudo hacerse este tramo por el considerable caudal que dificultaba su tránsito. La comitiva llegó a la pequeña localidad de Almiserà, donde se hizo una breve parada para almorzar.
Durante unos minutos, esta población de 300 habitantes fue invadida por los casi doscientos excursionistas que colapsaron el centro social. Los excursionistas tras sellar su credencial reiniciaron el camino, para abandonar la Safor y adentrarse en la comarca vecina, por un paraje que fue víctima de un pavoroso incendio en abril de este mismo año.
Los que participaron en anteriores ediciones pudieron constatar los efectos del incendio, que arrasó gran parte de los términos de Almiserà, Benicolet y Rótova. La pista forestal que hizo de cortafuegos, permitía atravesar este desolador paisaje casi lunar, en el que algunos matorrales y los escasos pinos supervivientes, daban la nota de color verde. Ya en la comarca de la Vall d’Albaida, desaparecieron los restos del incendio para mostrar de nuevo su imagen habitual, dominando los cultivos de olivos en la proximidad de Llutxent, destino de esta larga etapa. En la lejanía, el Castell de Xío y, a poca distancia de él, sobre el Montsant, el convento del Corpus Christi eran los referentes que indicaban la distancia que faltaba por recorrer.
Al mediodía, la larga comitiva de senderistas atravesó el pueblo de Llutxent, se afrontó la parte más dura del recorrido, el ascenso del Calvario, hasta alcanzar el punto más elevado de la etapa, el antiguo convento de dominicos del Corpus Christi.
Tras la comida se visitó la Ermita de la Consolación. Una guía local mostró este bello ermitorio, uno de los más singulares de la Comunidad Valenciana en el que los paneles cerámicos del siglo XVIII, que recubren las paredes, narran la batalla que tuvo lugar a escasos metros, y dio lugar al milagro de los corporales, más conocidos como los “Corporales de Daroca”. La visita a la Iglesia conventual, actualmente basílica, que cuenta con acceso propio y se halla en uso dado su magnífico estado de conservación, así como la visita al propio convento, propiedad de la Diputación de Valencia, que está llevando a cabo su restauración. El monasterio fue declarado monumento nacional en el año 1968. La guía local mostró a los visitantes el claustro, el refectorio, corredores y escalera principal, la Sala Capitular, situada en la planta alta del claustro, así como otras partes de este destacado cenobio valenciano del siglo XV, que fue la primera Universidad y Estudi General de la Orden Dominica. Tras la Guerra de Sucesión tuvo que ser reformado casi en su totalidad, siendo abandonado con la desamortización de Mendizábal.
A las cinco de la tarde los tres autobuses recogieron a los peregrinos para regresar a Alzira y dar por finalizada la segunda etapa.
La próxima excursión tendrá lugar el domingo 27 de noviembre. La salida desde Alzira se realizará a las 7:00 horas, para partir a las 8:00 horas desde la misma puerta del convento del Corpus Christi hasta Santa Maria de la Valldigna, pasando por las ruinas del Castell de Xío, y la población de Pinet donde se almorzará. Desde allí se iniciará el ascenso de la sierra del Buixcarró, en dirección a Barx para finalizar una larga pero atractiva etapa en Simat, a las puertas de monasterio de Santa María de la Valldigna.
Los interesados puede informarse en las Oficinas Tourist Info Plaça Regne y Plaça Major, o en el MUMA, donde se formalizan las inscripciones.