El consistorio de Almussafes rinde homenaje a la Jueza de Paz de los últimos ocho años

El pleno ordinario del Ayuntamiento de Almussafes, celebrado ayer jueves 4 de mayo, tuvo entre sus puntos del orden del día el agradecimiento público a la Jueza de Paz, Elena Aranda Folch, quien cesó de manera voluntaria de sus funciones el pasado 24 de abril. Dos mandatos completos como mediadora de la sociedad civil de Almussafes, ejercidos con gran responsabilidad, es el legado que deja para Almussafes, Elena Aranda, la segunda mujer Juez de Paz de la historia de la población. quien ayer recibió un merecido reconocimiento de toda la corporación municipal. Alicia Benavent Chaqués, su sucesora, tomó el testigo de su predecesora en el cargo y desde el 24 de abril se encuentra al frente del Juzgado de paz de Almussafes, por lo que las autoridades municipales aprovecharon también para ofrecerle una bienvenida oficial y brindarle el máximo apoyo en el camino profesional y altruista que acaba de asumir.

Con la plena satisfacción del aprecio que siempre le ha transmitido la ciudadanía en general y los funcionarios del Juzgado de paz, en particular, así como el apoyo continuo brindado por la corporación municipal, Elena Aranda ha cerrado este capítulo de su vida como servidora pública, que para ella ha sido muy gratificante, para pasar ahora a disfrutar de su familia.

Su esfuerzo, dedicación, responsabilidad y compromiso como juez lego integrante del poder judicial fue alabado públicamente por parte de los portavoces de los tres grupos municipales del Ayuntamiento de Almussafes y del propio alcalde, Toni González, en el pleno ordinario celebrado durante la tarde de ayer jueves. De hecho, el presidente del ejecutivo local le dedicó unas palabras de aprecio y agradecimiento, destacando especialmente la complejidad a la que ha tenido que hacer frente durante los últimos años como consecuencia de la crisis sanitaria, además de elogiar su gran labor como una de las máximas representantes de la sociedad civil, traducida en su presencia en prácticamente la totalidad de los actos oficiales celebrados durante las últimas dos décadas.

A Elena Aranda, la segunda mujer Juez de Paz de la historia de Almussafes, se le hizo entrega de una placa conmemorativa en reconocimiento a los méritos, ejercidos durante dos mandatos, desde el 5 de diciembre del año 2014, fecha oficial de su toma de posesión, y hasta el pasado 24 de abril, momento de su cese voluntario en el cargo.

Durante los más de ocho años en el frente de este órgano de la Administración de Justicia, Elena ha llevado a cabo expedientes de matrimonio civil, realizado actas de conciliación, tramitado, celebrado y dictado sentencias en juicios de faltas por hechos de menor gravedad, además de encargarse del Registro Civil y de asistir a todos los actos oficiales, entre otras muchas funciones.

La familia más próxima de Elena Aranda la acompañó durante el acto de distinción pública a su persona, al igual que la de la Jueza de Paz entrante, Alicia Benavent Chaqués, quien también recibió la bienvenida oficial por parte de toda la corporación municipal, quién la eligió por unanimidad en la sesión plenaria celebrada el pasado 2 de marzo.

Alicia, jubilada después de 35 años dedicados profesionalmente a la docencia e hija del primer Juez de Paz de la democracia, Bautista Benavent Moreno, agradeció la confianza depositada en su persona y el gozo de poder dedicar los próximos cuatro años a servir a la sociedad civil de Almussafes como juez de paz titular.