Almussafes ultima las obras de construcción del colector de la calle Santa Creu
La intervención urbanística, cofinanciada en un 49% por parte del Ayuntamiento, está en la recta final
El proyecto urbanístico, licitado y adjudicado por la Consellería, se ha ejecutado un mes y medio antes del plazo inicialmente previsto
El consistorio de Almussafes está a punto de recepcionar la obra de la construcción del nuevo colector de pluviales de la calle Santa Creu, un proyecto hidráulico de gran envergadura iniciado el pasado 4 de abril y cuyo plazo de ejecución, inicialmente previsto en seis meses, ha conseguido reducirse en un mes y medio. En diciembre de 2021, la Consellería de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencias Climáticas y Transición Ecológica adjudicó el citado proyecto, incluido en el Plan Confianza de la Generalitat de 2010 y el único pendiente de ejecutar tras más de una década. Tan sólo restan detalles de limpieza para abrir de nuevo la vía pública a la circulación, tal y como pudieron comprobar el alcalde, Toni González, y la concejala de Urbanismo, durante la visita de obra realizada la pasada semana. Del total del coste de la intervención, cifrada en 549.631 euros, el Ayuntamiento de Almussafes ha aportado 269.319.52€ y el resto se ha financiado por parte de la administración autonómica.
Tras más de una década de espera y multitud de gestiones del ejecutivo local para que la Generalitat Valenciana acometiese su proyecto de construcción, el nuevo colector de aguas pluviales de la calle Santa Creu de Almussafes ya es una realidad.
Hace unos días, el primer edil, Toni González, y la concejala delegada de Urbanismo, Davinia Calatayud, visitaron la vía pública, una vez concluidos los trabajos de asfaltado y colocación de la señalización horizontal para comprobar, de primera mano, el resultado de las obras del colector, que cuenta con una longitud total de 233,58 m.
A pocos días de recepcionar la obra, previa limpieza en profundidad de la calle objeto de la intervención, se evidencia la satisfacción del ejecutivo local por la evolución de los trabajos y por los beneficios que va a suponer en el futuro. “La reducción del plazo de ejecución lógicamente disminuye la afectación de las obras principalmente para los vecinos y vecinas de la zona y lógicamente también para la circulación de los vehículos, ya que la calle se abrirá al tráfico en breve”, comenta Calatayud.
Con un coste de licitación de 549.631 euros, de los que el consistorio municipal ha aportado un 49% es decir 269.319 € para su materialización, y el importe restante es con cargo a la Generalitat Valenciana, esta infraestructura hidráulica era prioritaria y urgente para Almussafes y de ahí que, desde el año 2015, las reuniones con la Dirección General del Agua eran una constante por parte del Ayuntamiento de Almussafes, que cada año incluía en sus cuentas municipales el importe necesario para la cofinanciación de la obra.
El colector materializado arranca en el cruce de las calles Santa Creu y Major, discurre por la calle Santa Creu hasta alcanzar la Ronda Sindic Antoni Albuixech, que cruza diagonalmente hasta entroncar con la acequia existente, siendo este el punto de vertido de las pluviales al cauce del Barranco del Tramusser. “Con el colector hemos conseguido aplicar una gran mejora a nuestra red de pluviales, dado que aseguramos la correcta evacuación de las aguas en la zona, tras episodios de lluvias torrenciales, evitando que éstas se acumulen en el centro del casco urbano, hechos de vital importancia para la seguridad de nuestra ciudadanía”, concluye el presidente del ejecutivo.
Antecedentes
El proceso para la construcción de este colector llevaba paralizado más de diez años y era el único que todavía no se había ejecutado del Plan Confianza desarrollado por la Generalitat Valenciana con el objetivo de apoyar la inversión productiva en los municipios de la región. La empresa adjudicataria de la actuación urbanística solicitó la suspensión de los trabajos a finales de 2011, al no encontrarse recogida la cofinanciación de la misma en el contrato administrativo de obras formalizado con el organismo autonómico competente.
Esta situación generó discrepancias entre la empresa y la Dirección General del Agua sobre la forma de elaborar las certificaciones de obra, diferencias que no se solucionaron hasta finales de 2013, y en 2018 se resolvió administrativamente el citado contrato. Hoy ya es una realidad.