Polémica por la restauración de uno de los monumentos más emblemáticos de La Plana
Los arqueólogos explican que ahora se podrá disfrutar del edificio tal y como era hace mil años
Uno de los monumentos más emblemáticos de La Plana castellonense acaba de ser restaurado para acabar con el estado ruinoso en el que se encontraba.
Se trata la torre vigía de Bivalcadim de Almenara, conocida popularmente como L’Agüelet. Una antigua fortificación siglo XI que es toda una enseña de la zona y que, sobre una montaña, es visible a kilómetros de distancia sobre el mar de naranjos.
El Ayuntamiento de Almenara ha culminado recientemente las obras de restauración de este monumento, que se encontraba en muy mal estado, para que pueda además visitarse, pero el resultado de las obras no ha gustado a algunos vecinos.
Así lo ha señalado el Partido Popular, que explica en un comunicado que “se ha desatado una intensa polémica entre los vecinos que critican el resultado de la intervención”, por lo que han reclamado saber “cuál ha sido el procedimiento” para esta restauración.
Y es que la torre ha recuperado su fisionomía original, reconstruyendo la parte superior con sus almenas caídas en el siglo XX, un añadido que destaca por su color blanquecino diferente al de las desgastadas piedras rojizas del resto del edificio, algo que no ha gustado a algunos vecinos, acostumbrados a la imagen que siempre habían tenido de esta ajada torre.
Así era la torre hace 1.000 años
Ante el debate generado en redes sociales, donde también muchos vecinos se han mostrado a favor de poder ver la torre renovada, desde Arqueocas, el equipo de arqueólogos que ha trabajado en las obras, explican que “aunque a simple vista llama un poco la atención, la parte superior muestra el aspecto que tuvo la torre en su construcción original” tanto en su forma como en los materiales.
“Por decirlo de alguna manera, toda la torre tendría que estar así”, indican los arqueólogos, que señalan que si este nuevo añadido superior se va desgastando durante los siglos y pierde su capa externa de cal “se acabaría viendo igual que la parte de abajo”.
“Se ha pretendido ser lo más fieles posibles al monumento”, destacan los expertos, que recuerdan que así es como se veía esta torre cuando se levantó en la época islámica, hace ya 1.000 años. “Después está el tema de los gustos, y cada uno tiene el suyo. Y todos son respetables. A lo mejor sí que les gusta a las generaciones futuras, que también tendrán derecho a disfrutar del patrimonio”, contestan.
Así, los arqueólogos se defienden afirmando que en restauración se aconseja “emplear las técnicas y materiales que se utilizaban originariamente, ya que son los más respetuosos con el monumento”, como se ha hecho en Almenara.
Tras la intervención, l’Agüelet será visitable para el público, con visitas controladas, pudiéndose recorrer de modo semejante a cómo se hacía durante época renacentista a través de escalas de mano para acceder desde el exterior a primera planta y desde ésta a su vez acceder mediante otras escalas al aljibe de la planta baja y a la cubierta, zona donde los visitantes podrán disfrutar de la experiencia de visualizar todo el paisaje a través de las almenas del ‘nuevo’ parapeto defensivo.
En este sentido, el Ayuntamiento ya ha solicitado una subvención para poder continuar con las tareas de restauración y consolidación de otros enclaves como la Torre de l’Agüeleta, así como del resto del Castell.
Derrumbándose desde hacía siglos
Hay que recordar que la torre también ha tenido que ser consolidada para evitar su derrumbe con el paso del tiempo. Y es que sus problemas comenzaron en la época renacentista cuando una reforma generó un problema de estabilidad en los muros, lo que produjo fisuras y grietas con el paso de los alis hasta llegar al siglo XXI, cuando se ha intentado frenar su destrucción.
La falta de mantenimiento y el vandalismo llevaron a la torre a un estado crítico, especialmente en el muro este, donde se hizo un agujero para entrar en la parte baja, lo que debilitó aún más esta zona, rompiéndose la bóveda de planta primera y surgiendo nuevas grietas.
A principios de siglo XX, además, el parapeto defensivo superior colapsó en un derrumbe que deterioró mucho el edificio. Es este parapeto el que ahora se ha reconstruido y que tanta polémica ha generado entre el vecindario, con partidarios y detractores.