Tambors de Passió cumple la tradición en una atípica Rompida vespertina y sin público

Atípica y segura. Así será esta tarde la Rompida de la Hora de Almassora para garantizar la seguridad frente a la pandemia. Tambors de Passió y el Ayuntamiento de Almassora han consensuado un protocolo que pasa por avanzar el tradicional acto de medianoche a las siete de la tarde para asegurarse de que ninguna persona circulará por la vía pública después del toque de queda. La fiesta, declarada de Interés Turístico Provincial, mantendrá su esencia pero se celebrará sin público.

Esta peculiar cita obligará a blindar los accesos a la plaza Mayor de la localidad, reservados exclusivamente a los 140 tamborileros con la distancia de seguridad pertinente y la mascarilla. Este elemento de protección se sumará al atuendo granate que cada Jueves Santo tiñe de color el corazón de la Vila de Almassora. El público podrá seguir el acto por televisión y redes sociales en un despliegue inédito ante las nuevas circunstancias.

“Nada nos gustaría más que que la fiesta, declarada de Interés Turístico Provincial, se celebrara entre la multitud habitual pero no es posible y lo importante es mantener viva una tradición que ni siquiera se perdió el año pasado, cuando los tambores sonaron desde los balcones de cada vivienda”, según la alcaldesa de Almassora, Merche Galí.

Policía Local y seguridad privada velarán por el cumplimiento del protocolo en un acto que arrancará a partir de las 18.30 horas con la firma en el libro de honor de Lidón Valer Cabaleiro, directora de la banda sinfónica de la Unión Musical Alqueriense, que debía haber sido la invitada en la edición de 2020, y Mari Carmen Claramonte Vila, en representación de la cofradía de San Francisco por su 250º aniversario. A continuación bajarán a la plaza Mayor para, en esta ocasión a plena luz del día, ‘romper’ la hora cuando el reloj del campanario de la Natividad marque las siete de la tarde.

El presidente de Tambors de Passió, Damián Aguilella, ha indicado que frente al dispositivo de otros años, la asociación ha optado este año por una decoración totalmente austera de la plaza, en concordancia con la nueva situación. De hecho, los tamborileros dedicarán la Rompida de la Hora a todas las personas fallecidas y enfermas de coronavirus desde el inicio de la pandemia, un homenaje de Almassora, que acumula 17 víctimas mortales por COVID y en estos momentos registra cinco positivos en los últimos 14 días, cifra que representa una incidencia acumulada de 19 contagios por cada 100.000 habitantes.