La Policía Local de Almassora se formará para utilizar los primeros desfibriladores que incorporará a sus equipos
Los agentes de la Policía Local de Almassora participarán a partir de este mes en cursos específicos para aprender a utilizar los desfibriladores que incorporarán los equipos por primera vez. Así lo resuelve la orden de la Jefatura de Policía Local “en aras de una mejora del servicio, en particular en el área de policía asistencial”. La formación sanitaria estará orientada a la realización de maniobras de reanimación cardiopulmonar y utilización de los desfibriladores.
Hasta 37 agentes se dividirán en grupos de siete u ocho personas para participar entre finales de diciembre y principios de enero en las clases específicas con el objetivo de aprender a utilizar los equipos en caso de necesidad, tal como ha comunicado el intendente principal de la Policía Local de Almassora, Roberto Verdoy. Los cursos, que se impartirán en horario de 17.00 a 19.00 horas, contarán con un apartado teórico y otro práctico.
El Ayuntamiento de Almassora ya ha reservado 3.000 euros para la compra de dos equipos desfibriladores semiautomáticos externos para uso en caso de emergencia. Según ha indicado el concejal de Seguridad Pública, Santiago Agustí, uno de los dispositivos estará permanentemente en el consistorio y otro formará parte de un vehículo patrulla de la Policía Local para ofrecer una atención lo más rápida posible en cualquier punto del término municipal.
La intención del consistorio es que los agentes conozcan el modo de utilización de estos dispositivos antes de incorporarlos a sus equipos, dado que en la actualidad el Ayuntamiento de Almassora no dispone de ninguno. Policía Local y equipo de gobierno han consensuado la adquisición de los desfibriladores, “una inversión pequeña en comparación con el gran servicio que puede ofrecer en caso de emergencia”, ha reiterado Agustí.
Así lo señala el decreto 220/2007, de 2 de noviembre, del Consell que regula el uso de los desfibriladores a cargo de personal no médico al señalar que “entre todas las situaciones de emergencia sanitaria que en nuestra sociedad comportan riesgos vitales y requieren una respuesta inmediata destaca la parada cardiorespiratoria”. En esta línea, la causa más frecuente es “la fibrilación ventricular, un ritmo cardiaco alterado que representa el 75-80% de las muertes súbitas de origen cardiaco y requiere de atención inmediata”.
“Si cada minuto que se retrasa la intervención se reducen un 10% las posibilidades de supervivencia del paciente, es vital incorporar cuanto antes estos equipos y que nuestros agentes estén formados para utilizarlos hasta la llegada de los servicios sanitarios”, según ha declarado el concejal. “Ojalá no tengamos que usarlos nunca”, ha valorado.