El Plan Acústico de Almassora plantea desarrollar circuitos peatonales para atajar el tráfico como principal fuente de ruido
El informe, que cifra en siete las calles que soportan el mayor volumen de circulación, avala el Plan de Humanización de la ciudad puesto en marcha en 2003
“No es un objetivo nuevo. Llevamos trabajando desde hace más de ocho años en el Plan de Humanización de Almassora. Un proyecto que nació con un espíritu claro: convertir al peatón en el máximo protagonista de una ciudad que debe ser, prioritariamente, para los viandantes”. Vicente Bernat, concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento de Almassora, ha desgranado las características de un plan que sitúa el tráfico rodado como la principal fuente de ruido que registra el municipio.
De hecho, el programa de actuación del Plan Acústico Municipal limita a siete las calles que soportan mayor tráfico rodado. La calle Santa Quitèria, el paseo marítimo, el Camí l'Alcora, la avenida Castellón, la calle Comercio, la avenida José Ortiz y la calle San Jaime soportan los mayores índices de contaminación acústica derivada de la circulación. De ellas, solo cuatro están en el casco urbano de la población.
Junto al motor de los vehículos y la rodadura de neumáticos como principales problemáticas de ruido en el municipio, el programa de actuación establece otras fuentes como las actividades industriales, el tráfico ferroviario, el ruido producido por las actividades comunitarias, y las actividades de comercio y ocio.
Un foco emisor “que estamos convencidos podemos atajar y limitar con las acciones que en materia de urbanismo hemos implementado en los últimos ocho años y que seguimos desarrollando durante este mandato con el objetivo de primar la figura del peatón sobre la de la circulación”. Una apuesta que ha permitido que las aceras se amplíen facilitando el paseo de los peatones, y las calzadas se estrechen, “reduciendo consecuentemente las velocidades de los vehículos que circulan por nuestro casco urbano”.
Esta línea de acción es por la que apuesta el programa de actuación del Plan Acústico Municipal que fue encargado por el consistorio a una ingeniería acústica, la firma Acusttel, que elaboró un Mapa Acústico o fotografía sonora de la población para, posteriormente, desarrollar el Programa de Actuación. La suma de ambos expedientes conforma el Plan Acústico Municipal cuyos resultados se harán públicos en el Diari Oficial de la Comunitat Valenciana (DOCV). “El objetivo es que todos los interesados puedan presentar alegaciones durante un plazo de un mes al análisis, estudio, propuestas y acciones que plantea el informe técnico”, ha declarado el regidor de Urbanismo.
Zonas 30
El incremento de los corredores peatonales no es, sin embargo, la única acción a emprender. En el marco de las cinco líneas estratégicas propuestas por el programa, el informe también propone disminuir la fuente del ruido con la creación de Zonas 30, áreas en las que la velocidad máxima permitida es de 30 kilómetros/hora y que posibilita la reducción de la velocidad y, consecuentemente, el ruido producido por los vehículos.
Una medida que se suma a otra acción ya emprendida y aplicada, la de la necesaria protección de las zonas tranquilas y sensibles del término municipal como centros de salud, escuelas, residencia de la tercera edad, guarderías o la biblioteca. “Unas áreas que a nivel municipal ya hemos acotado con la restricción del tráfico rodado y la limitación de velocidad por espacios que tienen la calificación de peatonales o semipeatonales”.
De hecho, durante el pasado mandato el consistorio desarrolló una exhaustiva campaña a través de la Policía Local para informar a los padres y madres de alumnos de los colegios de la población sobre las limitaciones de acceso a los entornos escolares en las franjas horarias en las que se registra mayor actividad de peatones.
