ALMASSORA | MEDIO AMBIENTE

Los charrancitos comunes vuelven a criar por segundo año consecutivo en el Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares

ELPERIODIC.COM - 27/07/2023

Estas pequeñas aves marinas que no lo hacían de forma regular en la playa de las Goles desde el año 1990 están intentando establecer una pequeña colonia

El Consorcio gestor del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares formado por los Ayuntamientos de Vila-real, Almassora, Burriana, la Diputación de Castellón y la Generalitat Valenciana ha detectado, por segundo año consecutivo, y con la colaboración de la Sociedad Española de Ornitología, SEO-Birdlife y el grupo ecologista GER, la presencia de, al menos, tres parejas de charrancitos comunes (Sternula albifrons) en la playa de les Goles. Los ornitólogos han constatado que hay varios huevos y polluelos camuflados entre las piedras. Se trata, de nuevo, de una noticia importante para la biodiversidad del paraje fluvial, ya que esta especie no criaba en la desembocadura del río Mijares desde hacía treinta y dos años, según el registro del Banco de Datos de Biodiversidad de la Generalitat Valenciana, y ahora vuelve a hacerlo por segundo verano consecutivo. El Servicio de Guardería Rural del Consorcio río Mijares está realizando un seguimiento especial de esta pequeña colonia desde la pasada primavera cuando se detectó la presencia de las primeras aves. De hecho, el pasado 1 de julio se contabilizaron hasta 21 charrancitos comunes en la zona. Y estos días hasta 23 ejemplares. Los ornitólogos del Grupo de Estudio y Protección de las Rapaces-Ecologistas en Acción el mismo día localizaron varios huevos y polluelos camuflados entre las piedras de la restinga. Por su parte SEO-Birdlife considera que el aumento de individuos en la zona respecto a 2022 está relacionada con la nidificación por segundo año consecutivo de tres parejas de charrancito común y por la presencia de otros individuos en migración post-nupcial procedentes de zonas húmedas próximas como el Parque Natural del Prat de Cabanes-Torreblanca. El seguimiento se hace gracias al desarrollo del proyecto "Renaturalización de Playas para el Chorlitejo patinegro" promovido desde 2020 por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) y donde también participan desde 2021 el Consorcio río Mijares y el Ayuntamiento de Almassora. Con el desarrollo del proyecto se están cumpliendo actuaciones de restauración, claves para la mejora de las poblaciones de aves nidificantes en las playas.

Actuaciones futuras

La nidificación por segundo año consecutivo en el Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares es una extraordinaria noticia para la biodiversidad de la zona húmeda. Recordemos que los charrancitos comunes son aves marinas que ponen los huevos en el suelo, entre las piedras, y por tanto están expuestos a numerosos peligros como es la presencia de gatos, perros sueltos, pescadores o bañistas. El objetivo más inmediato es conseguir que los nuevos polluelos puedan volar y a partir del próximo año establecer zonas protegidas para la especie. Otra medida en estudio es construir una plataforma flotante naturalizada para que los charrancitos puedan establecerse lejos de la presencia de posibles depredadores o molestias. Aunque se trata de una especie poco exigente, no tolera molestias en sus colonias de cría. Además, se une la alteración del paisaje litoral y la destrucción de los sistemas dunares, causando una falta de localidades alternativas de nidificación que limitan el aumento y mantenimiento de su población. Los charrancitos comunes que han sacado adelante sus puestas en la playa de las Goles del Paisaje Protegido de la Desembocadura del río Mijares necesitan algo aparentemente tan sencillo como es tranquilidad, evitar las molestias de los bañistas dentro de las zonas delimitadas, respetar las distancias con las palizadas y sobre todo controlar la presencia de perros en la playa que puedan perjudicar el futuro de una puesta importante para la biodiversidad del paraje fluvial protegido. Por eso el Consorcio río Mijares, mediante el Servicio de Guardería Rural y los técnicos del Consorcio, ha hecho una vigilancia exhaustiva desde principios del mes de junio. El seguimiento se ha realizado a diario a primera hora de la mañana y última de la tarde cuando es más habitual la presencia de personas con perros por la playa de les Goles que siempre deben ir atados según indica el PRUG del paraje.

Una especie protegida y amenazada

El charrancito común es el más pequeño de los charranes. En el Catálogo Valenciano de Especies de Fauna Amenazadas aparece como vulnerable, mientras que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza considera a la especie como casi amenazada. En la Comunitat Valenciana se trata de un ave nidificante de forma puntual a lo largo del litoral. Principalmente, hace los nidos en el suelo rodeado de vegetación no demasiado densa, en playas de deltas y saladares de las principales zonas húmedas de la geografía valenciana. Según SEO/BirdLife, la población de este charrán pequeño en España es una de las más importantes en el ámbito europeo. Su población nidificante en la Comunitat Valenciana ha sido de unas 400 parejas de media desde los años ochenta, pero ha pasado de máximos superiores a las 500 parejas en 1995, a mínimos por debajo de las 300 parejas en los últimos años, constatándose una tendencia negativa como en el resto de especies de charranes. La principal localidad de cría se encuentra en las salinas de Santa Pola, donde mantiene efectivos superiores a las 200 parejas, con una ligera tendencia regresiva. La segunda localidad en importancia se encuentra en la Albufera de València, donde la especie ha llegado a contar con 200 parejas, favorecidas por la regeneración de la reserva del Rincón de la Olla en 1993. Sin embargo, sus efectivos han mostrado una tendencia decreciente acusada, situándose recientemente por debajo de las del puerto de Valencia, en superficies no utilizadas del espigón Príncipe Felipe. La ubicación más próxima donde ha criado el charrancito común respecto a la playa de las Goles, aunque de forma escasa, es en El Prat de Cabanes-Torreblanca en 1994.

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