Almassora licita por 110.000 euros la primera obra de reordenación urbana financiada con EDUSI
La alcaldesa de Almassora, Merche Galí, ha firmado el decreto que autoriza el pliego de condiciones para la ejecución de la tercera fase de la calle San Jaime, una obra valorada en 110.00 euros que tiene un plazo de ejecución de dos meses. Se trata de una reforma en la que participará Europa a través de los fondos FEDER, la primera reordenación urbana con cargo a la estrategia EDUSI que supondrá la llegada de cinco millones de euros de Bruselas.
“El propio contrato incluye la resolución de la Secretaría de Estado que concede a Almassora la ayuda del Fondo Europeo por importe de 5 millones de euros y que, entre otras, permitirá cofinanciar estas obras que supondrán implantar un itinerario peatonal accesible e integrar la calle San Jaime en la red de itinerarios ciclistas mediante una vía segregada”, ha declarado la primera edil.
El contrato recoge, según el proyecto, las obras necesarias para unificar en un tramo de aproximadamente 270 metros el diseño del vial San Jaime, en su lado norte, siguiendo las determinaciones de la configuración integral propuesta. Ésta pone en valor las condiciones de accesibilidad peatonal y la mejora de la seguridad en la vía entre las calles Dos de Mayo y Virgen de Gracia.
Los interesados en ejecutar las obras tienen un plazo de 26 días naturales a contar desde ayer para entregar los sobres con las ofertas en la oficina del SIAC. Sus propuestas tienen que ajustarse a un proyecto diseñado para solucionar “un deterioro considerable tanto de las aceras como de la parte de rodadura, las condiciones de accesibilidad peatonal inexistentes y las deficiencias en cuanto a la seguridad tanto de los peatones como de los vehículos que circulan por ella”, en palabras de la concejala de Urbanismo, Carmina Martinavarro.
La calle San Jaime, que tiene una longitud de 1.200 metros, es una “importante vía de acceso a la población, muy transitada, en la cual residen, además, un gran número de vecinos que se ha incrementado considerablemente”, recogen los técnicos. Su informe recuerda que existen zonas con carriles de circulación de más de seis metros, lo que provoca una conducción rápida y peligrosa incompatible con el uso residencial, así como cambios de alineación continuados en el mismo sentido de circulación.
“Es necesario cambiar el aspecto que tradicionalmente ha tenido”, indica Martinavarro, al recordar que una parte importante de las aceras son desproporcionalmente estrechas respecto a la magnitud total del vial. Esta fase forma parte de las seis en que está distribuida la remodelación, la primera que se financiará con ayudas europeas.
