Almassora, ejemplo de modernización administrativa
Ayuntamientos, técnicos y funcionarios toman como referencia un proyecto que ha permitido la implantación de la firma electrónica y que camina hacia la oficina virtual
El Pacto por la Modernización Municipal que el Ayuntamiento de Almassora suscribió el 5 de noviembre de 2007 ha fraguado, más de tres años después, en un ejemplo de lo que debe ser un plan de desarrollo administrativo eficaz y comprometido. Juan Cantavella, regidor del departamento en el consistorio, ha destacado el importante número de consistorios, técnicos y empleados del sector “que nos han tomado como modelo puesto que los avances que se han posibilitado en estos poco más de tres años son, sencillamente, ejemplares”.
Modélicos “gracias a un equipo de empleados que se ha implicado personalmente en el proyecto que cuenta con un respaldo total de la corporación municipal, tal y como recoge el Pacto por la Modernización Municipal que implicó a las tres fuerzas políticas del consistorio más allá de colores políticos”.
La firma TAO ha entrevistado a las líderes de este proyecto, el secretario municipal, Ignacio Martínez, y al responsable de Organización e Informática, Francisco García, que desgranan las características de este proceso en la web www.tao.es. Asimismo, un blog referente en materia de administración local, http://fiscalizacion-local.blogspot.com/, también analiza la actuación del Ayuntamiento de Almassora como un ejemplo a seguir.
“Este esfuerzo, que ha sido de todos, es el resultado de muchas horas de trabajo y de compromiso pleno de las partes”. Un reto que, tal y como ha señalado el edil, ha permitido la implantación de la firma electrónica en un amplio número de departamentos municipales, agilizando los trámites, facilitando la emisión de documentos y beneficiando de forma directa el archivo, copias y validaciones de expedientes.
“El reto es que la firma electrónica alcance un nivel de implantación total y sea posible la puesta en marcha de la carpeta ciudadana que permita establecer una oficina virtual municipal que opere las 24 horas del día los 365 días del año”. Este reto, tal y como ha desgranado el titular de la cartera de Hacienda, “es en el que estamos empeñados, puesto que su aplicación supondría que un ciudadano podría realizar los trámites con la administración local desde su propia casa, sin necesidad de acudir a una oficina, entrevistarse con un empleado y tramitar la gestión oportuna”.
Por lo pronto, el trabajo desarrollado en este ámbito ha permitido revisar los procedimientos administrativos lo que ha supuesto cambios dirigidos a tramitar de una forma más eficaz y diligente. Asismimo, por parte del consistorio “hemos logrado una evidente disminución de los costes, así como una próxima disminución del archivo”. Dos mejoras a la que cabe sumar la movilidad del personal implicado en las firmas, que no necesariamente debe ocupar un sitio físico para rubricar el expediente, ya que puede hacerlo desde cualquier dispositivo informático”.
En la actualidad, tal y como ha señalado García, “dentro del Ayuntamiento de Almassora gozamos de un nivel electrónico óptimo y preparado para comenzar a ofrecer un buen servicio a nuestros ciudadanos”. Tablón de anuncios digital, perfil del contratante, posibilidad de realizar sugerencias y quejas, consulta de recibos pagados, impresión de recibos pendientes para su pago, emisión de volantes de empadronamiento, hasta la admisión de documentos electrónicos por parte de la ciudadanía y validación electrónica, son algunos de los logros alcanzados.
Acabar con el papel
La implantación de una oficina virtual a través de la carpeta ciudadana permitiría trabajar en la supresión total del papel. “El objetivo es que al final el ciudadano y la administración eviten la emisión de papel para la tramitación de documentos”. “Ganamos en inmediatez y ahorramos en material, aplicando una severa fiscalización del papel”.
Sin embargo, tal y como advierte Martínez “donde más tardaremos en hacer desaparecer el soporte papel será en nuestra relación con el ciudadano, y no precisamente por un problema de legalidad, sino por condicionantes de tipo económico y social que están fuera de nuestro alcance”.