La Concejalía de Memoria Histórica lleva la poesía de la Guerra Civil al refugio antiaéreo de la Plaza de Séneca
La Concejalía de Memoria Histórica y Democrática, dirigida por la edil María José Espuch, y el colectivo 'La Poesía es noticia', coincidiendo con la efeméride del inicio de la II República, han realizado este jueves 14 de abril un recital de poesía en el Refugio antiaéreo de la Plaza de Séneca, centrado en la obra de autores que vivieron la Guerra Civil.
Esta iniciativa ha permitido a los asistentes disfrutar de la poesía de Neruda, Miguel Hernández, Gabriel Celaya, Vicente Alexandre y Machado, entre otros, en un contexto único en el que han podido ponerse en la piel de quienes vivieron y sufrieron de primera mano el conflicto bélico y de quienes defendieron la libertad.
El encuentro se ha desarrollado en tres sesiones --a las 18:00, 19:15 y 21:30 horas-- de 45 minutos de duración cada una de ellas. Al inicio de cada sesión, y para integrarse en el contexto sensorial del refugio, el público ha escuchado el sonido de las sirenas antiaéreas en este espacio subterráneo.
La concejala de Memoria Histórica y Democrática, María José Espuch, ha participado en el primer recital para dar la bienvenida a los presentes. La edil ha destacado la importancia del patrimonio histórico de la Guerra Civil de la ciudad de Alicante, que cuenta con un centenar de refugios subterráneos, y la apuesta del actual equipo de Gobierno por su recuperación y su puesta en valor.
A continuación, los poetas Olivia Martínez, José Luis Ferris y José Luis Rico han leído las palabras de Neruda, Miguel Hernández, Gabriel Celaya, Vicente Alexandre, Machado, entre otros, con una selección de poemas escogidos con el propósito de rendir homenaje a todas y a todos los que vivieron esta tragedia, y creyeron y lucharon por la libertad.
Cada uno de los tres encuentros se ha cerrado con la intervención de un guía que ha explicado las características y usos de este refugio, así como otras anécdotas de las vivencias históricas de sus usuarios, en su mayoría mujeres y niños, que buscaban cobijo en estas fortalezas subterráneas.