El Ayuntamiento de Algemesí subvencionará la compra de mallas para evitar la caída y arrastre de las hojas del kaki
El Ayuntamiento de Algemesí ha iniciado una campaña para ayudar a los agricultores algemesinenses mediante subvenciones a la compra de malla para el cerramiento parcial de parcelas con el fin de paliar los problemas que ocasiona la caída y posterior arrastre de las hojas de las plantaciones de kakis en el término municipal.
La hoja de este cultivo ha planteado numerosos problemas tanto a las parcelas colindantes como a las canalizaciones de riego o a los caminos, por lo que se trata de incentivar a los agricultores para evitar estos problemas.
Desde la concejalía de Agricultura se ha suscrito un convenio con las empresas locales de la Cooperativa Agrícola de Algemesí y de tratamientos agrícolas Joaquín Machí, con el fin de subvencionar el 75% del coste de la malla que se compre para el cerramiento parcial, fundamentalmente en la zona de poniente de las parcelas de las plantaciones de kakis. El máximo subvencionable es de 17,62 euros IVA incluido por cada rollo de 50 metros de longitud y un metro de altura que no deberá cortarse por la mitad para reducir su altura.
El importe bonificado se realizará en la factura de compra en los establecimientos mencionados. Los propietarios de las parcelas que quieran acogerse a esta subvención, deberán aportar justificante del número de polígono y parcela con el fin de realizar las oportunas comprobaciones. Desde el ayuntamiento se inspeccionará la colocación real de la malla de contención de hojas en las parcelas a las que se haya concedido la subvención.
“Somos conscientes de la grave situación que atraviesa la agricultura y nuestro deber como institución es ayudar a los agricultores de Algemesí. Las plantaciones de kaki causan este problema y trataremos de poner una solución sin causar más gastos ni problemas a los agricultores”, asegura el concejal de Agricultura, Vicente Felici.
La ordenanza reguladora de usos y costumbres rurales indica que está prohibido el vertido de residuos orgánicos e inorgánicos y que todos los propietarios deben mantener la parcela en las mismas condiciones de limpieza y salubridad exigibles, con el fin de evitar riesgos de incendios para las fincas colindantes y de producir focos de insectos y parásitos dañinos para las cosechas.