El Festival de Cine de l'Alfàs organiza una ruta guiada al Faro de l'Albir el sábado por la tarde
La oferta patrimonial de l'Alfàs del Pi se está convirtiendo en uno de sus grandes atractivos turísticos ,y el camino al faro, es una de las rutas del Parc Natural de Serra Gelada que más afluencia de público registra por su accesibilidad y por contar con el único faro cultural de toda la Comunidad Valenciana.
Un recorrido marcado con dos distintivos europeos de calidad medioambiental
Centro Azul CIFA, Centro Interpretación Faro de l’Albir desde 2013
En octubre de 2011 el Ayuntamiento de l’Alfàs ponía en marcha en colaboración con el Parc Natural de la Serra Gelada el Centro de Interpretación Faro de l’Albir, convirtiéndose en el primer faro cultural de toda la Comunidad Valenciana, información recogida en una guía editada también recientemente en inglés, con detalles varios y de interés todos, además de muy fácil lectura, sobre diferentes aspectos, como la fecha, 30 de abril de 1863, en que se iluminó por primera vez la linterna de este edificio singular, o la curiosidad sobre la lampara, que en un principio se iluminaba con aceite de oliva, hasta que en 1984 se instalaron paneles de energía solar. El objetivo de entonces y ahora sigue siendo el mismo “preservar este importante elemento de nuestro patrimonio histórico, difundir los múltiples valores culturales y medioambientales de la Serra Gelada, y la necesidad de todos de implicarnos en su protección”.
Sendero Azul a la Ruta del Faro de l’Albir desde 2013 también
Gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento de l’Alfàs del Pi, la conselleria de Medio Ambiente y el ente gestor del Parc Natural de la Serra Gelada, la ruta del faro es accesible para personas con movilidad reducida, en sillas de ruedas manuales o eléctricas. Se han pavimentado los accesos a áreas de descanso y merenderos, para que cualquier usuario de silla de ruedas, o personas con movilidad reducida, puedan acceder a las mismas y, así, hacer pleno uso de esta emblemática ruta del Parc Natural. Los espacios de recreo son accesibles y los desniveles de terreno están correctamente señalizados, así como el acceso principal; el pavimento de todas las rutas y zonas de recreo es antideslizante, y los senderos de circulación tienen una anchura mínima de 1,50 metros para los peatones y las personas usuarias de sillas de ruedas.