Aldaia vibró con la tradicional ‘Cordà’ llevada a cabo por ‘Els Amics del Corretraca’

Como cada año, el ‘Corretraca’ de Aldaia tuvieron su gran noche englobada dentro de las fiestas veraniegas del municipio. Esta es una noche que gira en torno a la pólvora y así fue, miles de personas pudieron disfrutar de una serie de espectáculos en los que el olor a pólvora y el ruido fueron el eje motor de esta particular celebración local.

La noche empezaba con una popular cena en la plaza de la Constitución, donde se dieron cita todos los miembros de ‘Els Amics del Corretraca’ con el fin de cenar todos juntos al aire libre en una noche muy especial para todos ellos.

La cena contó con la presencia de representantes del Consistorio, como la alcaldesa de Aldaia, Carmen Jávega, el concejal de Seguridad Ciudadana, Carlos Ibáñez; el concejal de Obras y Servicios, José Fontana; el concejal de Urbanismo, Eduardo Serra; la concejal de Economía, Patricia de la Esperanza; la concejal del Empleo, Mª José Cruz, y la edil de Educación y Cultura, Patricia García. Todos ellos disfrutaron de una gran cena en compañía de la gente que allí se dio cita, viviéndose un gran ambiente previo a la tradicional ‘Cordà’.

Una vez terminada la cena se procedió a dar inicio al esperado momento de encender la mecha que dio lugar al inicio del ‘Corretraca’. Se trata de una gran traca que recorre las calles de la localidad suspendidas en el aire perfectamente acondicionada para no lamentar ningún problema en cuanto a la seguridad.

Este evento es el preferido del público más joven, ya que cuando el sacerdote de la localidad, Joan Carles Alemany, junto con la alcaldesa, Carmen Jávega, prendieron la mecha de la traca, dando inicio a ésta, un río de jóvenes salió corriendo siguiendo el sonido de la pólvora. El recorrido empiezó en la misma plaza de la Constitución, pasando por la calle de la Iglesia, hasta llegar a la plaza Europa, dónde ya se encuentraban situados los mozos que formaron parte de la ‘Cordà’ cerrando así la fiesta de la pólvora.

La ‘Cordà’ es un acto que entraña ciertos riesgos ya que se trata de una jaula en la cual se lanzan muy diversos elementos pirotécnicos con el fin de formar parte de un espectáculo de luz y sonido. Por tanto, los mozos que participan se tienen que vestir de la manera adecuada ataviados de prendas gruesas que cubren todo su cuerpo perfectamente, dándole especial importancia a la cabeza, poniéndose una especie de casco que cubre perfectamente toda su cara con el fin de que no se produzca ningún tipo de quemadura.

La ‘Cordà’ se llevó a cabo con un éxito rotundo y tanto los participantes como los asistentes al evento lo pasaron en grande, cerrando así una gran noche.

Finalmente la gente se desplazó de nuevo a la plaza de la Constitución donde ya había montada una discomóvil dispuesta a hacer bailar a todo aquel que se acercara por allí. La plaza se volvió a llenar de luz, color y música de nuevo cerrando la gran jornada que disfrutaron todos los ciudadanos de la localidad y alrededores.