Aldaia retoma la campaña de concienciación de limpieza de la vía pública
El Ayuntamiento de Aldaia retoma después del paréntesis navideño la campaña 'Gràcies!', una iniciativa que pretende concienciar al vecindario de la importancia de mantener la vía pública limpia, y agradece a la ciudadanía su colaboración para conseguirlo. La primera acción que se está llevando a cabo en esta campaña es el reparto de botellines plegables de plástico (junto con un folleto de instrucciones de uso) a las personas que hayan censado un perro en Aldaia con el fin de reducir los orines en las calles del pueblo.
Los puntos de reparto de botellines estarán cada miércoles de febrero en el Ayuntamiento de Aldaia por las mañanas de 11.30 a 14.30 horas y en el Centro Matilde Salvador por las tardes de 17.30 a 21.30 horas.
Las personas que paseen a las mascotas tendrán que salir a la calle provistas de esta botellita que deberán rellenar con una solución jabonosa -añadiendo unas gotas de vinagre- y verter parte del contenido en los orines del perro para minimizar las molestias que originan y neutralizar así la acción del amoniaco (agente corrosivo de la orina y principal causante de los malos olores y el deterioro rápido del mobiliario urbano).
Con esta campaña el Ayuntamiento de Aldaia también recuerda que los perros no deben orinar ni defecar en zonas de juegos infantiles, zonas verdes, en las paredes de edificios, sobre vehículos, mobiliario urbano, farolas, señales de tráfico, fachadas u otros bienes públicos o privados que se encuentran en la vía pública. Así, los animales deberán realizar sus necesidades fisiológicas en los sumideros de la red del alcantarillado, en la parte inferior de la acera, en los alcorques de los árboles, solares o en los lugares expresamente habilitados. Además, la persona deberá recoger los excrementos y depositarlos envueltos convenientemente en un contenedor de basura orgánica.
El objetivo de esta campaña es concienciar a las personas con mascotas de la necesidad de enseñar a los animales a orinar en los lugares adecuados y de limpiar la parte de la vía pública afectada por las micciones para evitar, entre todos y todas, el deterioro de edificios, las manchas en las esquinas de las calles y el olor de las micciones.