El alcohol mata a unos tres millones de personas cada año
Una de cada 10 personas muere cada año a causa del consumo de alcohol. Los expertos lo definen como la primera causa de muerte a nivel mundial en el rango de edad de 15 a 95 años.
No existe un consumo de alcohol seguro que compense todos los efectos adversos que produce esta sustancia: supone un grave peligro para la salud pública.
Tratar la adicción al alcohol como la enfermedad cerebral que es, hace de Instituto Castelao un centro de recuperación de adicciones con alta tasa de recuperación de pacientes, alrededor de un 87% concretamente. Pueden visitar su centro de desintoxicación en Alicante llamando gratuitamente al 900 505 100.
La relación entre el consumo de alcohol y el deterioro de la salud son evidentes: se asocia con muerte prematura, cáncer, cirrosis, problemas cardiovasculares y en general daños multiorgánicos.
Asimismo, la ingesta inmoderada de alcohol altera la nutrición por la reducción de vitaminas (solo aporta calorías vacías, sin nutrientes), disminución del azúcar en sangre y aumento de ácido úrico. Produce pérdida de la líbido o deseo sexual, atrofia muscular a largo plazo, deterioro en la piel, aumento de triglicéridos, colesterol e hipogonadismo y ginecomastia por alteración del metabolismo de estrógenos.
En cuanto a los daños cerebrales, puede provocar síndrome de Korsakoff (confusión, alteración de la memoria para hechos recientes o nueva información, tendencia a rellenar lagunas en la memoria con confabulaciones), síndrome de Wernicke (encefalopatía caracterizada por confusión, pérdida de coordinación o ataxia), y síndrome amnésico.
El alcohol consumido en exceso de forma continuada deteriora las funciones cognitivas, aunque la recuperación neurocognitiva es posible después de un largo periodo de abstinencia.
Alcoholismo: Cómo detectar una adicción
Los síntomas que pueden reflejar alcoholismo son la necesidad de consumir alcohol ya sea por evitar el síndrome de abstinencia o por esquivar la ansiedad; y la falta de autocontrol. Su principal consecuencia es la aparición de problemas de toda índole en la vida del adicto: familiares, laborales y sociales, entre otros.
Por otra parte, existen características psicológicas que se relacionan con el problema, como: baja tolerancia a la frustración, inseguridad en las relaciones sociales y personales, elevadas expectativas sobre las capacidades personales o baja autoestima.
Algunas señales de alerta de adicción al alcohol que podemos identificar en nuestra vida diaria son: tener alta tolerancia al alcohol (beber grandes cantidades sin mostrar señales obvias de intoxicación), presentar síntomas de abstinencia como ansiedad, temblor, nerviosismo, fatiga o irritabilidad si el adicto no consume, o desarrollar una incapacidad manifiesta para llevar a cabo las tareas diarias sin consumir.
¿Cuál es la clave en la recuperación de adicciones? Se ha demostrado que seguir un tratamiento terapéutico cognitivo-conductual es el método más eficaz para combatir la adicción. Haciendo especial hincapié en las terapias grupales impartidas por terapeutas adictos recuperados.