El festival Matenostrum supone una oportunidad para sanear la zona de Peixets
El Ayuntamiento de Alboraia acoge el festival como una oportunidad para sanear una zona muy apreciada por los alboraienses y que sin embargo sufre desde hace años un abandono creciente por la singularidad de su emplazamiento, su calificación urbanística, etc.
Son miles de metros divididos en pequeñas parcelas de propietarios particulares y de algunas administraciones como Fomento. Un suelo calificado como "sistema general, parque de playa" que nunca fue expropiado ni adquirido por las administraciones públicas, más que la parte que posee Fomento por la afección de la autopista.
Con los trabajos de adecuación para realizar el festival se va a sanear la zona toda de una vez, protegiendo los sistemas de riego y las acequias principales de desagüe, que serán limpiadas de cañas y desechos para dejarlas perfectamente operativas. La tierra de las zonas de cultivo que queda, se aplanará pero en ningún caso se retirará ni se mezclara con zahorras, para poder revertir su uso inmediatamente después del festival.
Los propietarios que han cedido el uso lo han hecho a través de un contrato de alquiler a los organizadores del festival, cuyo primer pago se realizará antes del inicio del mismo. Quienes no han cedido el uso de sus parcelas las verán protegidas con vallas y garantizado el riego y el acceso a las mismas, aunque los organizadores, que ya han alquilado más de 60.000 m2, confían en llegar a un acuerdo con la totalidad de los propietarios y propietarias de los terrenos cercanos al recinto o en su zona de afección.
Se limpiarán además las zonas pertenecientes a Fomento, que hoy están cubiertas de cañas y escombros, aunque no se incluirán en el recinto. También se tendrá especial cuidado y vigilancia de los campos de las zonas adyacentes, al otro lado de la autopista, para evitar alguna posible intrusión en los mismos.
Para los trabajos previos y posteriores y el desarrollo del festival, se contratará parte del personal de entre las listas de parados existentes en la Agencia de Desarrollo Local de Alboraia, ya que se necesitan alrededor de 500 personas para las distintas tareas del evento, personal de organización, de limpieza, etc.
En el interior del recinto se podrán vender productos artesanales de Alboraia por los comerciantes del pueblo que lo deseen y se promocionará el consumo de horchata y granizados de los productores locales. Así mismo se realizarán campañas de prevención para el consumo moderado de alcohol, ofreciendo como sustitutos del mismo precisamente nuestra horchata y granizados.
Además de las medidas de seguridad externas, de las que se encargará la policía municipal y la guardia civil, en el recinto propiamente dicho se tomarán muchas medidas, que superan ampliamente las estrictamente exigidas por la ley, para garantizar el óptimo desarrollo del festival y los organizadores reforzarán los operativos de limpieza en Patacona y en toda la playa.
En cuanto a los accesos y la afección a la zona urbana, se blindará el acceso en vehículo particular a la Patacona para los asistentes al festival (no así para los vecinos y usuarios de la playa) ya que deberán dejar sus coches, si acuden por ese medio, fuera de la Patacona para no ocasionar molestias a los vecinos. La organización recomienda el uso del transporte público y sólo se podrá acceder a pie y por una única entrada, que estará perfectamente organizada y vigilada en todo momento, con hasta cuatro niveles de control.
La organización está ultimando acuerdos con el metro y la EMT para reforzar el transporte público durante el festival. No se podrá acceder en ningún caso por el puente de barranco que une la zona con Alcampo ni por el paso bajo la autopista y se cerrarán o se controlarán por policía los caminos de “la mar” y “fondo”.
Todos estos pormenores se explicaron ayer a todos los grupos políticos de la Corporación que pudieron hacer todas las preguntas necesarias a los organizadores.
Se han comenzado los trabajos de limpieza de la zona, teniendo en cuenta todas sus singularidades, como la protección de la zona de la ermita, la protección de algunas viviendas y del asentamiento, la protección de la playa, que no se ocupará pero sí se controlará el acceso durante el festival, para evitar botellones u otros problemas y como zona de seguridad del recinto.