Cincuenta obras de España y Francia interpretan el “Cántaro Chato” que el Museo de Agost presenta como Pieza del Año de su colección
El Museo de Agost presentará el próximo día 15 una nueva Pieza del Año, dentro del proyecto de recuperación de la alfarería tradicional que se puso en marcha en el año 2.000.
En esta ocasión se trata del “Cántaro Chato”, aunque popularmente en Agost se le conoce como “Culona”, que servía para contener y beber agua. La realización de una tirada limitada de esta pieza, que se pondrán a la venta para coleccionistas y amantes de los cacharros de barro, ha sido realizada por la alfarería La Navá.
El acto de presentación de la Pieza del Año, que se celebrará en la Casa de Cultura, coincidirá con la inauguración de la exposición de los trabajos de los alumnos de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Alicante, como suele ser habitual, pero este año además participan la Escuela de Cerámica de Manises, la Escuela de Arte de Jerez de la Frontera, la Escuela de Arte Dionisio Ortiz de Córdoba y gracias a un convenio de la EASDA esta exposición tendrá carácter internacional ya que también participará l’Ècole supérieure des arts appliqués DUPERRÉ de París.
La directora del Museo, Mª José Rodríguez, ha señalado que “el resultado de esta colaboración son más de cincuenta interpretaciones diferentes de nuestra Pieza del Año 2014, la decimoquinta de nuestra Colección”.
Rodríguez ha indicado que “los visitantes de esta exposición no serán sólo meros espectadores sino que además participarán activamente votando la pieza que consideren como más original o mejor interpretación del cántaro chato”. En la clausura de la exposición que será la tercera semana de octubre se hará el recuento de votos y el autor o autora de la pieza más votada tendrá oportunidad de exponer en el nuevo Museo de Alfarería.
La alfarería de Agost se ha basado tradicionalmente en una producción especializada de cerámica para agua, abasteciendo desde sus orígenes a mercados locales y evolucionando hacia la exportación a núcleos urbanos como Madrid, Barcelona, Santader, Murcia, e incluso ciudades alejadas como Argel, Tánger, Melilla, Marsella, etc. a principios del siglo XX.
El uso de esta nueva Pieza del Año que ahora presenta el Museo se extendió preferentemente en el campo y en trabajos al exterior. La base ancha y las dos asas laterales permiten llenarlo en un aljibe y beber directamente del pitorro. La zona que más demandaba esta pieza era la región murciana, por su idoneidad para llenar y consumir agua en los trabajos de la huerta.
Aparece en las listas de venta desde 1920, primero como “Cántaro de base ancha” y más tarde con el nombre de “cántaro chato” aunque popularmente en Agost se le conoce como “culona”.