Adiós al horario de verano: el 27 de octubre retrocedemos el reloj una hora
Con el debate aún activo, la madrugada de este sábado al domingo empezará el horario de invierno en toda España
Este domingo 27 de octubre, a las 3:00 de la madrugada, nuestros relojes retrocederán una hora y daremos la bienvenida al horario de invierno. El cambio de hora nos viene acompañando desde hace décadas y está a la orden del día, ya que políticos y expertos debaten sobre su efectividad e impacto en nuestro día a día.
Hasta el momento, se han visto muchos comentarios al respecto y la discusión está abierta todavía. Por el momento, este domingo a las tres de la madrugada serán las dos y podremos disfrutar de una hora más de sueño. Este horario lo mantendremos hasta la primavera de 2025, cuando cambiaremos los relojes al horario de verano, adelantándolos una hora de nuevo.
En España, el cambio de hora es una tradición con mucha historia detrás, en principio se instauró para poder aprovechar mejor las horas de sol y de este modo ahorrar en el consumo energético. Este motivo ha sido cuestionado y debatido durante años y, combinado con otros argumentos, ha llevado a las instituciones a plantearse abolir el cambio de hora pero, ¿algún día dejará de hacerse?
El debate sobre la eliminación del cambio de hora
En 2018, la Comisión Europea propuso la abolición del cambio de hora estacional, pero la decisión final quedó en manos de los Estados miembros. Desde entonces, el debate ha estado en auge con varios argumentos a favor y otros en contra de esta propuesta.
Una decisión que queda aplazada con el paso de los años debido a las discrepancias entre los países. Así pues, a pesar de ser un tema muy tratado en la actualidad, todavía no se ha llegado a un acuerdo unánime. En Europa, además, este ajuste está regulado por la Directiva Europea 2000/84/CE, que determina que el motivo principal por el cual se lleva a cabo es el ahorro energético para aprovechar las horas de luz diaria.
En este debate, a raíz de estudios y argumentos científicos, se han creado dos bandos. Además, la opinión pública también juega un papel fundamental en este asunto y las encuestas pueden ayudar a determinar las preferencias de los ciudadanos.
En España, si bien el cambio de hora sigue siendo obligatorio, muchos ciudadanos y expertos abogan por su eliminación. Así pues, lo que ciertamente sabemos es que, por el momento, hasta 2026 en España se seguirá efectuando el cambio de hora dos veces al año, tal y como especifica el BOE. A partir de entonces, veremos si se anuncian nuevas fechas y el país decide mantener esta práctica o si decide eliminarla definitivamente.
En este sentido, según el Real Decreto 236/2002, los cambios horarios se deben de avisar con una anticipación de cinco años, por ello las fechas publicadas en el BOE hasta 2026 avivan las especulaciones al respecto. Según lo publicado en el Boletín Oficial los próximos cambios al horario de invierno se realizarán en estas fechas:
- Domingo 27 de octubre de 2024
- Domingo 26 de octubre de 2025
- Domingo 25 de octubre de 2026
Del mismo modo, el cambio al horario de verano tendrá lugar los días:
- Domingo 30 de marzo de 2025
- Domingo 29 de marzo de 2026
Origen del cambio de hora
Históricamente, los estados miembros de la Unión Europea introdujeron el cambio de hora por diversas razones, pero la razón principal fue el ahorro energético. Alemania y Francia fueron los pioneros en adoptar estas transiciones horarias durante la Primera Guerra Mundial con el propósito de ahorrar carbón. Poco a poco, esta práctica se popularizó y se fue extendiendo por otros países.
En España, el cambio de hora tal y como lo conocemos actualmente nació en la II Guerra Mundial, cuando en 1940 Franco ordenó sincronizar el reloj de todos los españoles con el de Hitler, adoptando el huso horario de Alemania. Así pues, los horarios de verano e invierno que actualmente vivimos nacieron de esta medida.
En 1973, este cambio horario se mantendría definitivamente debido a los temores causados por la gran crisis energética y por el argumento de que con él se aprovechan las horas de luz natural ahorrando así en electricidad.
Cabe destacar, que con esta medida, España dejó de lado su huso horario correspondiente. Cada país, según su ubicación respecto al meridiano de Greenwich, tiene un huso horario más adecuado geográficamente hablando, que tiene en cuenta las horas de sol de cada territorio dependiendo de su latitud y altitud.
Con todo, España adoptó el huso horario de Europa Central, en vez de mantener el que al país le correspondía. Así, en invierno, vivimos una hora más adelantados y en verano dos, respecto al horario natural de nuestra zona, que debería coincidir con el de Reino Unido y Portugal.
Efectos del cambio de hora en nuestra salud
Como ya hemos explicado, la razón principal para establecer el cambio de hora fue aprovechar al máximo la luz solar durante todo el año. Al adelantar los relojes en primavera, se buscaba disfrutar de más horas de luz al final del día, mientras que al atrasarlos en otoño, se pretendía aprovechar mejor la luz durante las mañanas.
No obstante, a lo largo de los años, diversos estudios han puesto en duda los beneficios reales de este ajuste horario. Algunos expertos señalan que sus efectos sobre el ahorro energético son mínimos y que, por el contrario, puede tener consecuencias negativas para la salud.
Entre los argumentos a favor de terminar con el cambio de hora, algunos estudios científicos mantienen que es perjudicial para la salud de los ciudadanos. Los aspectos más comunes se encuentran:
- El sueño es la principal víctima de esta medida. Según los estudios, el cambio horario puede provocar dificultades para conciliar el sueño, insomnio y despertar más temprano de lo habitual.
- En consecuencia, la falta de sueño puede afectar y disminuir nuestra concentración, productividad, rendimiento y capacidad para tomar decisiones.
- Además, la adaptación a este cambio en nuestro horario puede estar relacionado con un aumento de la irritabilidad, la ansiedad, la depresión y cambios de humor en algunas personas.
Sin embargo, otros estudios en contra de abolir esta medida desmienten estos argumentos: según un análisis realizado por los profesores José María Martín Olalla (Universidad de Sevilla) y Jorge Mira Pérez (Universidad de Santiago de Compostela), el impacto en la salud del cambio de hora no es tan grave como lo definen.
Martín Olalla asegura: “hemos observado que practicar el cambio de hora ha ayudado a no adelantar los horarios en invierno, algo que se demanda por parte de médico y fisiólogos porque en sí mismo conlleva una mejora en cuestiones sociales y de salud”. Ambos hablan también de la necesidad de realizar un estudio de los riesgos asociados con no practicar el cambio de hora para así poder contrastar los resultados y ver los efectos reales.
Así mismo, manifiestan que en nuestra latitud, seguiremos teniendo amaneceres tempranos en verano y tardíos en invierno y que el cambio de hora tan solo es una forma de ligar el inicio de la jornada laboral con el amanecer, aunque provoque algunas molestias al adaptarse.
¿Qué horario es mejor para la salud de las personas?
En el caso de que se llegue a un consenso y le digamos adiós al cambio de horario de forma definitiva, otro de los debates abiertos es decidir cuál de los dos se queda.
Aunque muchas personas prefieren el horario de verano por mantener las horas de luz hasta más tarde, algunos especialistas señalan que es mejor el horario de invierno porque es el que más coincide con las rutinas y con el horario biológico de las personas.
Del mismo modo, estudios elaborados en la Universidad de Murcia indican que el horario de invierno en España, por un lado, permite una mayor sincronía entre la salida del sol y el inicio de la jornada laboral y escolar; y, por otro, ofrece más horas de luz solar durante la franja horaria laboral y escolar. Con todo, el que mejor se adecúa a una buena higiene del sueño.
Así pues, la Sociedad Española de Sueño aconseja que lo más conveniente para la salud de los españoles es que el horario sea estable y no cambie durante el año. Además, recomiendan que el horario que se mantenga sea el de invierno para conseguir una mayor exposición a la luz solar. “Estudios científicos que muestran que el horario de invierno promueve un ritmo biológico más estable que el del verano, mejora el rendimiento intelectual y ayuda a disminuir la aparición de enfermedades como las cardiovasculares, la obesidad, el insomnio y la depresión. El horario de invierno, por tanto, sería el más beneficioso para la población española”, concluyen.