400.000 torrijas y 180.000 kilos de pan: Así prepara El Corte Inglés sus torrijas para Semana Santa
El Corte Inglés ha puesto en marcha ya su campaña de torrijas de cara a Semana Santa y ofrece en sus pastelerías este dulce tan típico en estas fechas. La compañía elabora a lo largo de todo el año cerca de 450.000 torrijas, aunque las mayores ventas se concentran en Semana Santa.
Las torrijas del obrador de El Corte Inglés se elaboran de manera artesanal con la fórmula original de hace más de 50 años y con ingredientes de primera calidad. Más de 280 profesionales de pastelería se encargan de todo el proceso. Entre las principales variedades de torrijas que elabora El Corte Inglés, destaca la clásica, la clásica Premium y la de chocolate.
El proceso de fabricación
Para la elaboración de las torrijas, El Corte Inglés emplea cerca de 294 toneladas de materias primas de primera calidad, como 180.000 kilos de pan brioche, 240 kilos de pan, 4.400 litros de huevo, 50.000 litros de leche fresca, 15.000 kg de azúcar, 40.000 litros de aceite, 200 kg de canela, 1.000 litros de vino blanco, 500 kg de miel y 500 kilos de chocolate.
Una vez seleccionadas las materias primas, se preparan las rebanadas de pan, en formato tradicional o cortadas al bies, se cala en leche o vino blanco (dependiendo de la región), se pasan por huevo y se fríen en aceite, posteriormente se terminan, bien rebozadas en azúcar, azúcar y canela, bañadas en miel o bañadas en chocolate.
Cuando se han enfriado, se separan las que se empaquetan en bandejas de 2 ó 4 unidades y las que se venden en las vitrinas de pastelería a granel.
Lo que diferencia a las torrijas de El Corte Inglés es la elaboración de la masa, fórmula que tiene más de 50 años, y la utilización de leche fresca, un ingrediente principal que aporta frescura al producto que cuenta con ingredientes de primerísima calidad y siempre naturales (no concentrados), como la canela en rama o los cítricos.
Las torrijas de El Corte Inglés se venden prácticamente durante todo el año, aunque a partir de noviembre aproximadamente, se deja paso al postre estrella de la Navidad, el roscón de Reyes.
Torrijas de compota de manzana y de crema tostada
Los clientes de El Corte Inglés también pueden degustar las torrijas de Semana Santa en las cafeterías de los centros comerciales y en el departamento de Platos Preparados, además, podrán llevarse a casa este dulce tan típico. En estos espacios de hostelería destacan dos variedades de torrijas que cada vez cuentan con mayor aceptación entre el público, como son la torrija de compota de manzana y canela, y la de crema tostada.
Se elaboran también de una forma artesanal con un pan especial que retiene la leche aromatizada con canela y ralladura de limón, después se pasan por huevo fresco y se fríen hasta que adquieren un dorado perfecto. Después se cubren de canela y azúcar y se le añade la compota de manzana o la crema tostada al gusto.
El origen de la torrija
Aunque existen escritos antiguos de recetas de las torrijas, este dulce tal y como las conocemos hoy en día variaban muy poco de la receta de antaño. La receta tradicional era una rebanada de pan remojada en leche, frita posteriormente y servida con miel por encima. No se utilizaban ni huevos ni azúcar, y es que en aquella época los huevos eran alimentos muy preciados. El azúcar se introdujo en Europa en el siglo XIX, considerándose además un ingrediente de lujo al que solo las clases más altas de la sociedad tenían acceso. La torrija era un dulce que se les daba a las parturientas y a los heridos de guerra para restablecerlos físicamente. Este dulce tan humilde a base de pan duro, huevos, leche o vino, azúcar o miel comenzó a popularizarse bajo la creencia de que fortalecía a las mujeres que habían dado a luz. En esos años la mayoría utilizaba el vino en lugar de la leche, ya que no todo el mundo tenía el privilegio de tener ganado y el vino era un ingrediente no perecedero. En cambio, pronto se cambió a la leche por esa expresión de “lo que se come se cría”, considerándose la leche como un alimento fundamental para fomentar la lactancia materna.