Las excavaciones en la ermita de Sant Joan sacan a la luz 30 tumbas del siglo XIX
Diecienueve de los entierramientos eran de adultos y los once restantes correspondían a niños
El Museu Arqueológico y Etnográfico Municipal Soler Blasco de Xàbia ha realizado entre el 15 de septiembre el 14 de octubre una excavación arqueológica en el interior de la ermita de Sant Joan, anexa al viejo cementerio. La construcción del cementerio en las inmediaciones en el año 1817, convirtió la ermita en capilla funeraria, función que ha tenido hasta los años ochenta del siglo pasado.
La excavación llevada a cabo se planteó con el fin de estudiar las posibles estructuras conservadas en el subsuelo de la ermita así como para intentar fijar su datación, además de recuperar este interesante edificio de propiedad municipal con el objetivo de que en el futuro pueda ser conocido y visitado. Así las cosas, los trabajos arqueológicos han permitido documentar un importante conjunto de 30 tumbas de inhumación, excavadas en el suelo natural de gleba de forma más o menos rectangulares. Ventisiete mantenían la orientación este-oeste (con la cabeza situada haia el este, exceptuando dos, que la tenían situada en poniente), y sólo tres se orientaban de norte en sur.
La mayor parte de los entierramientos fueron realizados dentro de ataúdes, con los cuerpos en posición decúbito supino, con los brazos flexionados sobre el pecho o el abdomen, exceptuando algunos de los infantiles, que tenían los brazos flexionados y las manos bajo del rostro, en posición de dormir.
De las treinta tumbas localizadas, diecinueve correspondían a adultos, y las once restantes eran enterramientos infantiles. Seis estaban vacías, mientras que el resto correspondían a cuatro adultos varones entre 40 y 70 años, seis mujeres entre 20 y 65 años, y tres individuos a los que no ha sido posible determinar el sexo por el mal estado de conservación. Los entierramientos de niños han determinado que tenían unas edades entre 1 y 2 meses y los 5 ó 6 años. Casi todos fueron enterrados entre 1817 y 1849, momento en que fue ensanchado el cementerio, adquiriendo aproximadamente la extensión actual.
La intervención arqueológica ha afectado a pràcticamente la totalidad de la superficie interior de este edificio de planta rectangular de 14 metros de longitud y 7,30 metros de anchura, con una única nave dividida en tres tramos regulares de unos 4,25 metros de longitud. La ermita de sant Joan era en origen un edificio de uso religioso situado a las afueras de la villa de Xàbia, en el cruce de los caminos que salían del pueblo en dirección a Pedreguer, Dénia, Gata y el Poblenou. Este edificio constituye un claro e interesante ejemplo de las conocidas como "ermitas de conquista", edificios de nave única y cubierta en dos aguas sustentada por arcos diafragmáticos. En este caso, son dos los arcos (uno forrado y reconvertido en arco de medio punto a mediados del siglo XIX) que dividen el espacio rectangular de la ermita en tres tramos regulares. No disponemos de demasiadas referencias documentales sobre sant Joan; hoy en día, la noticia más antigua que conocemos es de mediados del siglo XVII, momento en lo que parece que fue utilizado como lonja o almudí de la villa.
Gracias al Libro del Sacristán de la Parroquia de Xàbia, redactado en 1769, sabemos que era utilizado para usos religiosos al menos el día de Sant Joan Evangelista (27 de diciembre),"... Acabada la Misa mayor va el Clero a cantar una Misa a la Hermita de San Juan...", especialmente el día de Sant Joan Baptista (24 de junio)"... Día de San Juan Bautista, este día va el Clero a cantar una Misa a su ermita y para que vaian, se tocan tres toques como en visperas, el ultimo toque a las cinco de la Mañana..."
Esta excavación ha sido posible gracias a la participación del programa EMCORP que ha permitido la contratación de un arqueólogo, un oficial y un peón. También han participado la brigada de obras municipal y el departamento de topografía municipal. El estudio antropológico ha sido realizado por doctor Francisco Gómez Bellard.
Asimismo, por la excavación han pasado escolares del colegio público Graüll, que recibieron explicaciones por parte de los arqueólogos.