Jóvenes arqueólogos escogen la Vila para su primer proyecto de investigación
Una vez obtenida la autorización por la Consellería de Educación, Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana, ya se preparan los trabajos de prospección dentro del nuevo «Proyecto Frontera-Desierto», promovido por AJIPA y por la Concejalía de Patrimonio Histórico, a través de Vilamuseu (Red de Museos y Monumentos de Villajoyosa) para explorar una parte arqueológicamente desconocida de Villajoyosa, al suroeste del municipio.
Estos terrenos son una sucesión de lomas y barrancos, con continuas subidas y bajadas, y desde hace milenios constituyen una gran extensión sin apenas tierras de cultivo ni agua, con una vegetación en la que predominan matorrales como el esparto. Ello ha hecho que en épocas históricas estuvieran muy deshabitados, y que la arqueología les haya prestado poca atención. Pero no siempre fue una sucesión de áridas lomas costeras, porque hasta hace 18000 años el clima era más fresco y lluvioso y el nivel del mar estaba más de 100 m. por debajo del actual. Para encontrar la línea de costa de entonces había que caminar más de veinte kilómetros mar afuera desde las actuales playas, y grandes extensiones de tierra han quedado sumergidas.
El que fue director del Museo Arqueológico provincial, Enrique Llobregat, bautizó a esta franja con el sonoro nombre de “frontera-desierto”, dado que su escaso interés para el poblamiento para las culturas históricas hizo que frecuentemente hiciera de frontera: así, la frontera de la cultura del Argar hace cuatro mil años, en la Edad del Bronce, o la del pacto de Almizra entre Castilla y Aragón en 1244.
El reto está servido. La joven Asociación Española de Jóvenes Investigadores de Patrimonio Arqueológico (AJIPA) se ha interesado por emprender su primer proyecto de investigación de campo en Villajoyosa, una de las grandes sorpresas de la arqueología española de las últimas décadas. Y ha recogido el guante que le ha lanzado Vilamuseu: investigar en plena Frontera Desierto, un proyecto a priori difícil, que quizá no lo sea tanto debido a la riqueza patrimonial de la zona y a otros factores. De hecho, sabemos que la cruzaba una calzada que unía dos de las nueve ciudades romanas de la Comunidad Valenciana, Lucentum (Alicante) y Allon (Villajoyosa), y que se usó durante más de dos mil años. También hay evidencias en la calzada de una mutatio romana, o posada para el cambio de caballos de los viajeros. Los jóvenes investigadores tendrán también la oportunidad de demostrar su capacidad de detectar yacimientos prehistóricos, lo que enriquecería la Arqueología de Villajoyosa, donde se conocen todavía muy pocos. Del mismo modo, algunos topónimos (nombres de lugar) sugieren un poblamiento islámico.
Respecto a este proyecto, el concejal de Patrimonio Histórico, Pepe Lloret, ha destacado “que es totalmente innovador que permitirá explorar arqueológicamente una zona desconocida de La Vila, sumándose este proyecto al un ingente patrimonio histórico y cultural de nuestro municipio que nos permite posicionarnos como destino de turismo cultural; este proyecto es otro ejemplo más de colaboración de la iniciativa privada con una institución pública como Vilamuseu, que se suma a otras iniciativas como el proyecto Steve Evans, patrocinado íntegramente desde 2012 por la voluntaria británica de Vilamuseu Elaine Evans, que ha hecho distintas donaciones a Vilamuseu”.
En el “Proyecto Frontera-Desierto” se ponen a prueba la cualificación y formación de los investigadores, e incluso su forma física, al escoger un terreno que en su mayor parte está formado por pendientes. Ello da mucho más valor a su trabajo, empeñado en escrutar todo un territorio más allá de las ideas preconcebidas y los tópicos científicos. Estos trabajos son de enorme valor, porque no actúan en objetivos fácilmente productivos, que sería lo más fácil, sino que, con un criterio enraizado en la investigación fundamental, y no orientado a la espectacularidad de los resultados, sino a su interés científico, se atreven con los testimonios menos llamativos del pasado, pero que para la arqueología no son menos importantes, sino todo lo contrario, porque son necesarios para llenar grandes lagunas. Y la “frontera-desierto” una de las grandes lagunas de la Arqueología alicantina.
El proyecto está dirigido por los técnicos Alfonso Monsalve Romera, Mª Dolores Lloret Pérez y Sergio España Chamorro. Se ha planteado con la colaboración y tendrá lugar, con una duración de 15 días, a finales de septiembre y principios de octubre. El proyecto surge de la motivación de colaboración de ambas instituciones y con el apoyo del Ayuntamiento de Villajoyosa y la Diputación de Alicante.
AJIPA es una asociación a nivel nacional, sin ánimo de lucro, que aúna los esfuerzos de un equipo multidisciplinar de jóvenes investigadores entre los que se encuentran arqueólogos especializados en diferentes momentos históricos, antropólogos y conservadores-restauradores. El planteamiento de esta Asociación es la captación de recursos económicos a través de cursos y actividades de formación realizadas con el convenio con diferentes universidades españolas. Los fondos que se recaudan se destinan íntegramente a proyectos de investigación en arqueología, por lo que AJIPA se plantea como una alternativa a los proyectos arqueológicos íntegramente subvencionados con dinero público, y apuesta por las iniciativas basadas en la autofinanciación.
La primera de estas líneas de trabajo de AJIPA es el “Proyecto Frontera-Desierto”, en el que se suman esfuerzos con el Ayuntamiento de Villajoyosa para seguir llevando a cabo actividades arqueológicas, a través de un futuro convenio, aprovechando los recursos materiales y humanos municipales y de la asociación, a pesar de la escasez de subvenciones públicas a causa de la crisis. AJIPA pretende demostrar que hay una generación de jóvenes investigadores con las capacidades necesarias para buscar fondos a través de diferentes medios, alternativos y complementarios a los tradicionales. El respaldo humano y material de Vilamuseu es fundamental para transmitir a los jóvenes investigadores la experiencia de un equipo científico consolidado, y para poner en sus manos las instalaciones y los medios necesarios para el posterior trabajo de laboratorio.