El gran yacimiento de la zona centro de La Vila aporta miles de nuevos datos históricos
La Concejalía de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de La Vila Joiosa, a través del personal técnico de Vilamuseu, ha finalizado las excavaciones de la avenida del País Valenciano (frente gasolinera y plaza de la Generalitat) obteniendo grandes resultados para reconstruir la historia de la ciudad romana de Allon.
El concejal de Patrimonio Histórico del consistorio vilero, Pepe Lloret, ha explicado que “ésta ha sido una de las excavaciones más difíciles de la historia de la localidad. Pero entre todo el equipo se han conseguido unos resultados científicos que marcan un antes y un después en el conocimiento de la ciudad romana de Allon. Es extraordinario que una sola excavación aporte tantas claves a la vez para comprender una ciudad antigua”.
Algunos de los datos más relevantes, según Vilamuseu
-Ha permitido conocer los límites de la ciudad romana de Allon hacia el este, una de las grandes incógnitas de la arqueología de La Vila Joiosa.
-La zona era muy diferente en época romana: los barrancos del Censal y Barranquet hoy no se ven porque están bajo la carretera nacional: para ello hubo que rellenarlos con muchos metros de escombro y tierra en los años 30 (S. XX). Pero, en época romana, cortaban el acantilado costero, y eran una barrera insalvable que obligaba a subir hasta la actual plaza de la Creueta para después girar al este y continuar por el camino viejo de Valencia: eso explica el cementerio y cruce de caminos de la Creueta, excavados en 2000.
-Entre los dos barrancos se ha hallado un barrio suburbano de la ciudad de Allon, que estuvo habitado desde época ibérica hasta al menos el s. V d. C. Ahora se sabe que alguna de las viviendas que hubo allí tuvo baños privados, y que toda esta zona sufrió un gran incendio en época tardorromana.
-Se ha excavado una esquina del convento de los Agustinos Descalzos del s. XVII, que se destruyó en los años 30 para construir la carretera general.
-Se ha descubierto que la plaza de la Generalitat es 3,20 m. más alta que hace 2.000 años, por la acumulación de estratos arqueológicos de diferentes civilizaciones. La mitad (1,70 m) son rellenos que se pusieron intencionadamente hacia el final del s. I, coincidiendo con la concesión por el emperador Vespasiano del título de municipium.
Estos rellenos, en los que hay sillares procedentes de monumentos públicos, se debieron echar para construir una plataforma horizontal sobre la que elevar el foro romano, por lo que futuras excavaciones en la plaza tendrán la clave para conocer cómo era ese foro y, quizá, encontrar la primera inscripción con el nombre de la ciudad.
-Se ha descubierto en la plaza de la Generalitat una calzada que bajaba del foro a los grandes almacenes del puerto romano, en la plaza de San Pedro. La última vez que se pavimentó fue en el s. III d.C. Eso coincide con que en el mundo romano, a partir del s. IV, las élites locales se trasladaban al campo y abandonaban sus responsabilidades y los edificios y obras públicas.
-Se ha hallado un gran volumen de materiales de gran interés a lo largo de siete siglos, que ahora se investiga a marchas forzadas en Vilamuseu, y en el cual hay algunas piezas singulares, que sin duda irán a sus vitrinas, como el stylus o punzón de hueso para escribir del s. I a. C., un símbolo muy temprano de romanización de Allon.
-Se han detectado tres períodos de ocupación: Ibérico Final, con restos de una casa y de un silo para almacenar grano; un suburbio romano activo en el Alto y Bajo Imperio; y una serie de bancales del s. XIX que protegieron los restos anteriores.
-Se han descubierto, entre los dos barrancos, numerosas zanjas de época imperial para extraer grava y arena, probablemente para fabricar hormigón, rellenas con muchísimo material arqueológico del s. IV. En los años 90 se detectaron, en un solar próximo, restos de dos enormes depósitos de hormigón, que probablemente suministraron agua a la ciudad.
El director de Vilamuseu, Antonio Espinosa, ha destacado que “quienes quieran conocer más detalles sobre estos hallazgos tienen la oportunidad de asistir a la conferencia que los arqueólogos Diego Ruiz y Ana Charquero darán en mayo (16 de mayo) sobre los descubrimientos arqueológicos de La Vila en el último año”.
La Concejalía de Patrimonio Histórico va a organizar conferencias como esta en lo sucesivo, para compartir con todos los públicos, casi en tiempo real, hallazgos e investigaciones arqueológicas de actualidad, y de esa forma cumplir la función divulgativa de Vilamuseu, que da sentido a todas las intervenciones que se hacen.
Política sobre el Patrimonio Arqueológico
Cuando se planteó la necesidad de intervenir sobre un tramo de carretera general de medio Km. de longitud, previamente a la instalación del colector de aguas pluviales de la zona centro, las concejalías de Fomento Económico y Sostenible y Patrimonio Histórico y la empresa encargada de las obras del colector, Aquagest, afrontaron la dificultad de una excavación arqueológica de importante tamaño en la arteria principal del tráfico en la localidad.
Pepe Lloret ha explicado que “la única manera de hacerlo con éxito era aplicar la filosofía municipal, aprobada por unanimidad en 1992, y una de las primeras normativas arqueológicas de la Comunidad Valenciana, basada en la coordinación, prevención, planificación y actitud constructiva de las partes, para reducir las molestias y el tiempo de trabajo al mínimo posible”.
La Vila Joiosa es, desde hace veinte años, pionera y un modelo de gestión en la Arqueología preventiva de la Comunidad Valenciana propiciando la recuperación de un Patrimonio Arqueológico extraordinario e inesperado.
Pero para el equipo de Vilamuseu (nuevo nombre de la Sección Municipal de Arqueología, Etnografía y Museos de Villajoyosa) ésta ha sido, de algún modo, la excavación perfecta, a lo que sin duda ha ayudado la experiencia de otros casos anteriores complejos.
Antonio Espinosa ha señalado que “se comenzó por hacer sondeos que permitieron delimitar al centímetro los tramos en los que había yacimiento y que, por tanto, se tenían que excavar, descartando así un 90% de la superficie de la trinchera del colector y centrándonos en el 10% restante (zonas con restos)”.