“El que perdona la paga”, refrán de doble vía

El Villarreal afrontaba su primer partido de Copa del Rey con mucha ilusión y con ganas de llegar lejos en esta competición tal y como han manifestado jugadores y cuerpo técnico desde que se conocieron los rivales en el sorteo realizado semanas atrás. En el partido del Málaga se echó en falta la intensidad a la que nos habían acostumbrado los hombres de Marcelino y hombres como Bruno Soriano dieron fe de ello tras el encuentro, hablaron de la necesidad de jugar siempre así e incluso hizo autocrítica y dio algún tirón de orejas a algún compañero.

Pese a que los primeros diez minutos fueron de presión asfixiante del Elche, el Villarreal se la sacó de encima y cogió las riendas del partido. Seguridad defensiva, Trigueros multiplicándose al estilo Bruno tanto en creación como en recuperación de balones, Aquino incisivo y también muy solidario con las ayudas atrás, Cani llegando fácil a la frontal del área, los laterales subiendo y Gio poniendo la fantasía. El equipo carburaba cual máquina bien engrasada y pronto (minuto 21) llegaría el gol de un Gio que no da balón por perdido a centro de un Pantic, que al igual que Jokic, aparte de seguro atrás, subió con peligro varias veces y no se pensaba en centrar de primeras y además lo hacía bien. Al descanso la victoria ya pudo ser mucho más abultada y el arranque de la segunda parte fue en la misma línea, con un equipo que se dejaba la piel en el campo aunque no le entraban los goles.

Todo cambió en el minuto 57, en el cual Cani se lesionó (tiene un esguince de rodilla y salvo milagro se perderá el choque ante el Barça) y el equipo se quedó k.o., como cuando te comunican una mala noticia y te quedas en shock, sin reacción. Casi a la vez, Dorado empezó a quejarse y a pedir el cambio aunque este tardaría demasiado y el segundo tanto de los visitantes aparte de por pasividad general, llegó por él estar tocado. Y es que el Elche, que no había hecho nada en todo el partido y solo había llegado una vez al inicio (paradón de Juan Carlos, por cierto), lo aprovechó y en 5 minutos le dio la vuelta al marcador. Casi todos los que habían brillado en la primera parte, desaparecieron, sumándose al factor psicológico, lo físico por el desgaste del trabajo realizado. El Submarino era un juguete en manos de los ilicitanos, que si hubieran querido hubieran podido ampliar su ventaja pero se dieron por contentos con el marcador y se dedicaron a practicar el anti-fútbol, con eternas pérdidas de tiempo y caídas de jugadores al suelo quejándose de lesiones o golpes inexistentes. Y si el Villarreal pagó el no haber sentenciado en los primeros 60 minutos, el Elche pagó también esa actitud y en el minuto 94, cuando parecía imposible el gol salvo milagro in extremis, este llegó, de un zapatazo de Aquino que deja al Villarreal vivo en Copa y el saber que en Elche “solo” tienes que ganar de un gol de diferencia.

Pero antes espera una visita al Camp Nou, estadio que no se nos da mal, pero donde la mayoría de veces tienen que alinearse todos los planetas para ganar, ellos están con necesidad de reivindicarse tras las derrotas en liga y competición europea y nosotros iremos sin dos de nuestros máximos baluartes. Sin duda se antoja complicado, pero por suerte, tenemos un colchón importante de puntos y ojalá como otras veces, demos la campanada.

2 Villarreal CF: Juan Carlos; Pantic, Musacchio, Dorado (Pablo Íñiguez, min.66), Jokic; Pina, Trigueros, Cani (Moi Gómez, min.57), Aquino; Giovani (Uche, min.73) y Perbet.

2 Elche CF: Toño; Damián, Pelegrín, Botía (Albacar, min.68), Cisma; Carlos Sánchez, Rivera, Coro, Fidel; Carles Gil (Rubén Pérez, min.83) y Boakye (Mantecón, min.80).

Goles: 1-0: Giovani (min.21). 1-1: Pelegrín (min.60). 1-2: Boakye (min.65). 2-2: Aquino (min.94).

Árbitro: Carlos Clos Gómez. Amonestó a los locales Dorado (min.27) y Perbet (min.69); y a los visitantes Botía (min.35) y Boakye (min.61).

Incidencias: Partido correspondiente a la ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en El Madrigal.