Al pobre, a veces, también le sonríe la suerte

Todos empezaron la liga antes que nosotros en un fin de semana que se hizo eterno hasta que empezó a rodar la pelota. Se iniciaba una temporada con la permanencia como objetivo pero cargada de ambición (empezando por el mismo club, mostrado entre otras cosas a la hora de confeccionar la plantilla) y de ilusión, más tras ver como el Villarreal en los últimos partidos de pretemporada, literalmente volaba. Por contra, nos encontramos con un equipo desdibujado que lo más normal es que hubiera perdido pero al final ganó, con remontada épica incluida. La posible clave de esta mala imagen la explicaba Marcelino al final del partido, diciendo que “teníamos presión de querer ganar y agradar, y ese exceso de presión nos bloqueó mentalmente, sobre todo en la primera parte”.

Y es que quitando los 5 primeros minutos donde el submarino se mostró veloz, con mordiente y que llegó un par de veces al área, lo vimos lento, predecible, perdido e incluso acobardado, sin robar en zona de peligro y sin esa presión que quiere el técnico. El rival no es que te tuviera contra las cuerdas en un constante acoso y derribo de ocasiones pero si era claro dominador mientras a ti te resultaba imposible pasar de un medio campo desconocido; los hombres de creación y de la delantera eran meros espectadores y los defensas usaban el recurso de quitarse la pelota de encima a base de balones largos, pasando los minutos y salvo milagro, pintando la cosa muy mal. Si nos ponemos a hablar de nombres propios, pocos se salvarían quitando a Asenjo o Mussachio que evitaron que el marcador al descanso fuera más abultado. Con simplemente comentar que no estaba fino ni Bruno que siempre lo está, ya sobran las palabras y no es necesario siendo la primera jornada y viendo como acabó el partido, despotricar contra gran parte de la plantilla.

Tras el descanso y con el 1-0 en el marcador, la cosa no parecía cambiar y Marcelino reaccionó de forma arriesgada pero temprana. Y es que en solo 17 minutos ya había dado entrada a Pereira, Aquino y Trigueros por Uche, Hernán y Pina. Aunque casi acabamos con uno menos porque alguno como Iñiguez estaba reventado, con constantes rampas y le tocó aguantar al no haber más cambios, el plan le salió a la perfección. No es que la cara cambiara inmediatamente pero un chute de Pereira, que rebotó en Trujillo resultó el empate y el Villarreal empezó a llegar al área con un Almería muy tocado por el gol. Cuando mejor estábamos, llegó de nuevo el tanto local, que no debió subir al marcador por claras manos en el control. Todo parecía de nuevo perdido pero en poco más de 3 minutos, llegó una épica de la que los tres hombres de refresco más Gio dos Santos fueron artífices. Un gol del mexicano y otro de Jony fueron necesarios para llevarse los primeros tres puntos para casa. Gracias a ellos el equipo volvió a la vida, resaltando un Trigueros que cogió la batuta, repartió balones a la gente de ataque y puso orden en una zona media inexistente hasta su salida.

Las sensaciones globales fueron muy mejorables, lejos de lo que se espera del Villarreal y más tras ver en pretemporada que es capaz de hacer. Lo bueno es que con una victoria, la semana para corregir errores antes del siguiente encuentro se afronta mucho mejor. Este partido normalmente lo hubiéramos perdido, pero tras tanto tiempo de que todo parecía pasarnos a nosotros, no está mal que por una vez, nos sonría la suerte.

2 UD Almería: Esteban; Dubarbier (Óscar Díaz, 86’), Trujillo, Pellerano, Rafita; Verza, Soriano (Kiu, 84), Tébar (Corona, 68’), Vidal, Suso; y Rodri.

3 Villarreal CF: Asenjo; Mario, Musacchio, Pablo Íñiguez, Jaume Costa; Bruno, Pina (Trigueros, 53’), Cani, Hernán Pérez (Aquino, 58’); Giovani y Uche (Jonathan Pereira, 61’).

Goles: 1-0, min. 38: Rodri. 1-1, min. 64: Trujillo, en propia puerta. 2-1, min. 74: Rodri. 2-2, min. 82: Giovani. 2-3, min. 85: Jonathan Pereira.

Árbitro: Alberto Undiano Mallenco (Comité Navarro). Amonestó a Rafita (34’) y Pellerano (87’) por parte del Almería. Partido correspondiente a la primera jornada de la Liga BBVA 2013-14 disputado en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo ante 10.036 espectadores. Más de doscientos seguidores del Submarino se desplazaron desde Villarreal para animar al equipo y presenciar el partido en directo.