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Los viejos fantasmas pasaron de largo

Los viejos fantasmas pasaron de largo
  • Flojo partido de los amarillos en el que se logró lo importante: ganar

  • Hasta 9 canteranos jugando a la vez fruto de las muchas bajas

  • El árbitro fue protagonista no pitando un posible penalti y anulando un gol legal

El conjunto amarillo jugaba conociendo todos los resultados de sus rivales directos. Sin tenerlos en cuenta, ya era obligado ganar y más jugando en casa, pero viendo que salvo el Almería ninguno había pinchado, el ganar te dejaba igual y el perder te complicaba el objetivo. Y aunque el partido no fue bueno se ganó que era lo importante.

El Villarreal salió muy enchufado con el apoyo de una grada que posiblemente registró la mejor entrada de la temporada y que empezó el partido con cánticos y aplausos. El submarino corría, presionaba y era dominador. Buscaba las internadas por banda con Oriol y Mario incisivos e intentando más centros que de costumbre, los cuales además llegaban al área con peligro. Había también juego de combinación rápido de medio campo hacia arriba con hombres como Bruno, Canteros o Cani. Pero este juego nunca llegó a ser preciso, siempre faltaba ajustar el pase y la velocidad en muchos momentos se tornaba precipitación. Las pocas jugadas de real peligro no se materializaban y Moreno tenía que pelearlo todo muchas veces solo con Uche muy desaparecido, que se le hacía de noche al llegar al área, que no vería desmarques que hubieran dejado a Gerard solo ante el meta e incluso quitaba de las botas remates claros al citado canterano. La grada nunca ha sido fan del nigeriano pero hoy tuvo un partido para olvidar y esta explotó ofreciéndole silbidos en varios momentos, cosa que Marcelino criticaría tras el encuentro porque no ayuda silbar a uno de los tuyos pero para ser justos la grada animó, apretó al árbitro y apoyó a los suyos e incluso los silbidos cuando tuvieron lugar fueron tapados por cánticos de ánimo. Volviendo a los acontecimientos del partido, el Villarreal no aprovecharía este arreón inicial y poco a poco dio la sensación que aflojaba la marcha y llegaba menos. Faltó esa verticalidad y entrada por bandas del principio y se abusaría mucho de los balones largos. Eso si, atrás no sufrió en ningún momento y el árbitro volvió a erigirse protagonista, no pitando un posible penalti y sobretodo anulando un gol legal al borde del descanso por fuera de juego inexistente de Gerard que estaría habilitado por casi dos metros.

En la segunda parte el Villarreal se encontró con la “fortuna” de un gol en el primer minuto, con una jugada típica de Uche que se va cara a portería aguantando el balón entre dos rivales y que suple su falta de velocidad con un buen regate y el balón tras esto y resbalar el nigeriano caería a los pies de Moi Gómez, que hoy fue titular y la metió a un lugar de la red que no llegaría el portero. El Villarreal volvió a pasar momentos de duda con esa asignatura pendiente que es saber tranquilizarse y aprovechar el marcador a favor. Se echó atrás muy pronto aunque no hubo ninguna jugada que lo pusiera en serio peligro. Aunque hoy a Trigueros se lo esperaba en el doble pivote, salió de refresco y lo hizo en banda, por un Cani que hoy estuvo bastante desparecido. Su entrada propició buenas jugadas de contra que pudieron servir para que el Villarreal sentenciara aunque al final no tuvieron consecuencia. Más tarde saltaría al césped Senna que hoy si daría esa pausa necesaria y control de balón que se busca con su entrada. El último cambio sería la entrada de Perbet y aunque el clamor popular casi desde el inicio del encuentro era que lo hiciera por Uche, lo hizo por Gerard Moreno, para mi el mejor del partido y que como era de esperar tras su grandísimo trabajo, se retiraría exhausto. Ya adentrados en los minutos finales y por el corto marcador, volvían a aparecer por el Madrigal los no tan viejos fantasmas de los goles rivales in extremis y apunto estuvo de repetirse con un mano a mano en el minuto 92, que fue la más clara del rival y casi su única ocasión y que dejaría mudos a todos los allí presentes. Al final, en un partido que fue muy mejorable por parte de los nuestros, que estuvo condicionado por las bajas (hasta 9 canteranos llegarían a estar a la vez sobre el césped) y en el que de nuevo el árbitro tuvo su protagonismo, se lograron los 3 puntos que era lo que había que hacer.

Tras el encuentro, Alejandro Menéndez, mister del Racing habló de un buen partido de los suyos, destacando que le han dado sus armas, intensidad, velocidad, por momentos sensación de mucho peligro ante un rival muy difícil, de mucho peso en muchas facetas del juego y aún con la previsible menos posesión pero lo han sujetado, ganado balones en segunda jugada y sabiendo salir rápido con muchas recuperaciones. Han mantenido un pulso con lo corto del marcador y las espadas en alto y al final la han tenido. Cree que en el aspecto colectivo, de intensidad, han sido un buen equipo.

Cree que el Villarreal tiene un equipazo, con jugadores que a nivel individual marcan la diferencia y sumado al gran trabajo de Marcelino cree que es el equipo con más calidad de la categoría aunque el Elche sea el líder por puntos.

Marcelino por su parte ha hablado de lo que cuesta ganar un partido y que como hoy se dan muchas circunstancias como las bajas, tener que jugar con juveniles, conocer que los rivales no han pinchado, que metas más de un gol y no se te conceda… Cree que tuvimos un buen balance defensivo con una gran primera parte y tras meter el gol tan pronto y creer que todo sería más sencillo tuvimos indecisiones, ansiedad de celebrar la victoria e incluso mencionó que esperaba más de algunos jugadores. Que ahora todos nos jugamos mucho y el Racing fue capaz de ganar en Alcorcón, empatar en Elche o perder ante el Girona haciendo mucho más que hoy. Reitera que hay que tener respeto al rival, correr mucho y tener acierto, cosas que dice antes del partido porque son así y no por hacerse la víctima, que quedan todo finales, que estamos mejor, hemos logrado una victoria importante y toca seguir ganando porque los rivales director tampoco conceden mucho.

Sobre los árbitros dice que desde que está él no se cumple lo de que a veces te dan y otras te quitan, que solo nos han quitado y sobrepasan la docena de acciones ya. Hoy hubo un gol legal que no ofrece dudas y todo te complica y más ahora que el margen de error es mínimo y aunque no pedimos que den nada, que no se equivoquen siempre en contra.

Sobre las bajas y el gran fondo de armario, cree que esto segundo lo decimos porque sale bien pero hoy jugamos en una situación bastante importante y recalca el ser el único de la parte alta que juega con dos juveniles. Cree que tenemos la mejor plantilla, no la cambia pero quiere propiciar la competitividad y en el segundo tiempo cree que el equipo necesitó más de la grada, aunque la afición es soberana, con la situación de obligación de ascender y con todos los canteranos en el campo no es bueno generar una situación que conduzca al error, que Riquelme y Forlán no están en la grada y reprocha los silbidos. Los cambios como el de Perbet lo achaca a simple decisión técnica que cree que debían jugar los que han jugado. Reitera el tema de la afición como una llamada al apoyo, que igual que dijo de corazón que el empate fue gracias a los 3000, hoy se echó en falta ser conscientes de la situación.

1 Villarreal CF: Juan Carlos; Mario, Musacchio, Íñiguez, Joan Oriol; Moi Gómez, Bruno, Tito Canteros (Marcos Senna, 69’), Cani (Trigueros, 57’); Uche y Gerard Moreno (Perbet, 82’).

0 Real Racing Club de Santander: Mario; Javi Barrio, Héctor Yuste, Bocanegra, Tiago Pinto; Jairo (Gai, 74’), Marcos Gullón, Andreu (Óscar Pérez, 46’), Ferreiro (Quini, 57’); Juanmi y Koné.

El gol: 1-0, min. 46: Moi Gómez. 

Árbitro: Mario Melero López (Comité Andaluz). Amonestó a Moi Gómez (68’) por parte del Villarreal y a Javi Barrio (15’) y Óscar Pérez (88’) en el caso del Racing de Santander.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 35 de la Liga Adelante disputado en el Estadio El Madrigal. El Juvenil A del Villarreal saltó al campo en el descanso para recibir una ovación de la hinchada tras proclamarse campeón del Grupo VII de la Liga de División de Honor.

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