Otros dos puntos que se dejan escapar
El Villarreal de nuevo perdonó y acabó pagándolo
El árbitro de nuevo protagonista no señalando hasta 3 posibles penaltis
Tras un empate que supo a poco, el Villarreal jugaba en su feudo con la obligación de no dejar escapar ni un solo punto de allí, ya no solo ayer sino en lo que resta de temporada si quiere ser un serio candidato al ascenso directo. Tras el empate de ayer no se pone imposible pero si se complica. El conjunto amarillo por mucho que lo deseemos no acaba de arrancar. Está claro que ha cambiado con la llegada de Marcelino en muchas cosas, pero sigue adoleciendo del mayor problema que lastraba: no aprovecha las ocasiones y en cualquier tontería le hacen gol.
El arranque del encuentro fue muy bueno en lo referente a intensidad y presión ejercida. El rival se vio superado y fruto de los nervios perdía balones claros en su propia frontal. Pero ni a las jugadas que creábamos nosotros ni las que nos regalaban ellos, les sacábamos provecho. Tras el buen arranque, el partido se fue volviendo espeso, el equipo se notó tocado con la pronta lesión y retirada de Cani (que de nuevo estaba siendo el mejor hasta el momento), teniendo algunos momentos de ida y vuelta que nos perjudicaron más a nosotros que a ellos. De hecho, la más clara del primer tiempo fue suya con un mano a mano que salvaron entre Juan Carlos y Dorado tras un corner desaprovechado y una gran contra por su parte. En el peor momento del Villarreal, con todos acordándonos de nuestra inoperancia en los corner que además casi nos cuesta un gol, Farinós se sacó un gran centro tras consecución de saque de esquina que tras rebotar en un defensa en la mano cae a los pies de Perbet que no perdona. Gol psicológico cumplido ya el tiempo reglamentario que hizo marcharse al descanso más alegres de lo que todo apuntaba a priori.
La segunda parte arrancó como la primera, con un Villarreal dominador del partido, con más ímpetu que el rival, al que le costaba salir de su área. Todo parecía ponerse de cara cuando en el minuto 52, el árbitro señaló un claro penalti sobre Uche, pero el lanzamiento de Farinós (que fue mejorable) , fue adivinado por Barbosa. El Villarreal siguió dominando pero sin ya esa presión anteriormente vista, sin acercarse al área, tocado por la pena máxima errada y obcecándose en pases largos infructuosos por más que Perbet baje y gane prácticamente todo balón que le llega. Las llegadas al área fueron mermando, las ocasiones que ya estaban siendo pocas, fueron inexistentes. Y no parecía haber alternativas con unos jugadores de segunda línea a los que parece que les de miedo chutar y quieran dejarle ese privilegio a otros llevando el balón hasta la cocina. La buena noticia era que ibas ganando y que aunque sin profundidad, parecías tener el partido controlado. La mala fue que el rival no te creó nada y cada vez que se acercaba daba sensación de ser completamente nulo en ataque y le regalaste varias faltas tontas en la frontal del área, llegando en una de ellas el empate.
Poco más de un cuarto de hora quedaba para intentar lograr la victoria, pero el gol fue otro golpe más a un Villarreal que iba a menos. Los cambios volvieron a llegar justos de tiempo, con Aquino mostrando maneras aunque con ya pocos minutos para ello. Si el primer cambio fue obligado por la lesión de Cani, Dorado volvió a tener que retirarse con molestias y volvió a truncarle el guión a un entrenador que parecía estar a punto de meter a Pereira, aportar frescura al ataque y dar descanso a un Uche agotado.
Y entonces fue cuando el árbitro empezó su recital. Realmente ya lo había empezado antes dado que no señaló un penalti claro por manos dentro del área. Aquino pudo ser objeto de falta dentro del área pero a Uche solo un minuto después le hicieron uno tan claro que los jugadores de Las Palmas que tenía a mi lado en zona de prensa y que iban como comentaristas invitados de una radio de allí, se hacían cruces y alucinaban con la que se acababan de librar. La grada explotó indignada y Marcelino no fue menos y por ello fue expulsado.
El Villarreal es ninguneado por los árbitros, eso no es nuevo e incluso es digno de estudio, pero también lo es que se te escape otro partido en casa, que vas ganando y en el que entre otras cosas fallas un penalti. Dos jornadas seguidas en las que fuiste superior, debiste ganar y que inexplicablemente se te escapan los tres puntos y en los que además, un rival muy inferior acaba en tú área y tú te vas con la sensación que hasta podrían haberte ganado. La semana pasada decíamos que guardábamos lo de tirar las campanas al vuelo por no haber superado la asignatura de ganar fuera de casa. Esta semana vuelves a recuperar las malas sensaciones vividas con el anterior entrenador, se rompe esa ilusión de que en casa ya parecía que te estabas haciendo inexpugnable y las campanas casi de momento las guardamos al fondo del armario. Todos tenemos un poco esa ansiedad y ganas de remontar posiciones y alcanzar la segunda plaza. Y es que realmente se nos había puesto en bandeja viendo nuestros partidos y viendo los rivales como iban pinchando. Pero la realidad es que ahora mismo el ascenso directo está a 8 puntos y aunque personalmente no pierdo la esperanza de alcanzarlos, casi es mejor dejar a un lado las prisas y centrarse en conservar los puestos de promoción.
El entrenador de Las Palmas, Sergio Lobera valora el empate como positivo, el equipo pese a dificultad del partido y la dinámica de no encontrarse cómodos y valorar al rival, valora la mentalidad y la ambición mostrada fuera de casa. Punto bueno por el trabajo desarrollado y dadas las circunstancias y visto el partido. En el vestuario sabor agridulce por el paso que se daba si se sumaban tres puntos pero también sabían de la dificultad del rival y el campo donde se jugaba pero pese a ir a por tres puntos analizando las circunstancias de entre otras cosas un penalti parado, se queda con el buen sabor de boca. El equipo ha mostrado mentalidad, carácter, ambición, saber sobreponerse, sin especular con el resultado y no haciendo el cambio final para no perder tiempo y llevarse el partido en alguna jugada puntual pero más allá de llevarse un punto ha visto cosas positivas que pedía en anteriores encuentros.
Sobre la actuación del árbitro y los penaltis reclamados, no entra a valorarlo, nunca lo hace y hoy no va a ser una excepción y se centra en lo suyo y en que pierde tres jugadores para el siguiente partido. La parada de Barbosa decisiva, con 2-0 en contra hubiera sido muy difícil darle la vuelta.
Marcelino por su parte, dijo que tiene que analizar el juego y cree que el primer tiempo teniendo más ocasiones que el rival y por momentos más dominio estuvimos algo por debajo respecto a los otros partidos en casa, en el segundo se entró muy bien en el partido, con opciones de sentenciar y el rival que no se había acercado al área en un balón parado está mejor que nosotros, sumado a otros factores imposibilitan no ganar. Sobre la expulsión dice que será sobre la protesta en una jugada evidente como la vida misma, reconoce que se pudo exceder en las protestas, los perjudicados son él y el equipo y toca seguir. No va a hacer más valoración del arbitraje aunque reconoce que desde que ha llegado no hemos tenido suerte pero debe centrarse en el juego y las cosas a mejorar para poder ganar. Con el penalti se pudo sentenciar el partido y el trascurso pudo ser muy diferente hacia el final, se erró en el balón parado y por un detalle se pasa de ganar a casi perder. Sobre los penaltis a Uche y Aquino tiene sus dudas en una pero en la de Uche cree que hasta un ciego no ve y es difícil no verla.
Excesivo castigo, aún sin estar tan eficaces o brillantes como partidos anteriores, el resultado final no es acorde a los merecimientos de uno y otro. Agradece de nuevo el trabajo al equipo aunque cree que hay cosas a mejorar, pero cree que se hicieron muchos más métodos para sumar los tres puntos.
Sobre las lesiones de Cani y Dorado, el primero cree que lo podemos perder durante varias semanas aunque habrá que ver el diagnóstico y el segundo igual si está disponible para el domingo pero habrá que ver la evolución y lo que digan los médicos en las próximas 48 horas.
Estuvimos un poco precipitados y quizá en exceso de ganas de ganar y llegar al área rival igual en alguna fase nos llevaba a ida y vuelta constante que parecía un ejercicio de entrenamiento de ataque o defensa aunque no fue algo exclusivo de Farinós aunque como le preguntan, es a quien se dirigía, pero dice que lo hacía con él y Bruno para que lo transmitieran al resto.
Dice que queda mucho por jugar y la diferencia es corta. El que está en ascenso ahora mismo viene el último partido de liga, ese partido hay que ganarlo y recortarles antes 5 puntos en 15 partidos cree que es más que posible y se tiene una ansiedad dentro de querernos vernos segundos ya pero hay que potenciar las ideas de juego que nos hacen ser competitivos e ir partido a partido, sin pensar que está todo hecho por ganar o todo perdido por no hacerlo. No estamos tan lejos como para no poder ascender, con un equipo que trabaja, se esfuerza, está unido, lo cual le llena de optimismo para afirmar que vamos a estar ahí aunque como dijo en su presentación se sufra por el camino.
1 Villarreal CF: Juan Carlos; Mario, Musacchio, Dorado (Pablo Íñiguez, 74’), Jaume Costa; Cani (Trigueros, 23’), Farinós, Bruno, Moi Gómez (Aquino, 73’); Perbet y Uche.
1 UD Las Palmas: Barbosa; Pignol, Murillo, Deivid, Castellanos; Momo (Vicente Gómez, 84’), Hernán, Nauzet, Vitolo; Chrisantus (Tato, 46’) y Thievy.
Goles: 1-0, min. 45: Perbet. 1-1, min. 72: Murillo.
Árbitro: Jorge Valdés Aller (Comité Castellano-Leonés). Amonestó al local Moi Gómez (68’) y a los visitantes Murillo (12’), Thievy (28’), Castellanos (47’), Hernán (57’) y Pignol (85’).