Goleada en el Madrigal

Muy dura y tensa había sido la semana que ha precedido al encuentro de ayer, a la altura de cuando la gente pedía la cabeza de Garrido y Roig tuvo que salir a pedir apoyo y paciencia. No ayudaron declaraciones equivocadas de jugadores y técnicos sobre entre otras cosas, una presión externa que viene auto impuesta desde el inicio de temporada por parte del propio presidente, lo cual solo hizo que arrojar gasolina a una afición encendida por diversos y comprensibles motivos. Acercándose el partido el discurso fue cambiando y se vio más autocrítica y sobretodo se pidió apoyo en unos términos más razonables. El  a veces tan criticado respetable de El Madrigal, volvió a sorprender gratamente y es que servidor como muchos, esperaba que se fuera con la escopeta cargada pero se estuvo con el equipo en todo momento.

El partido empezó con dudas con un rival muy rocoso que te presionaba muy arriba y hacía imposible la salida de balón. De hecho, hasta el minuto 17 no seríamos capaces de pasar de medio campo y llegar al área contraria. Ellos al contrario que nosotros, tienen muy claro a lo que juegan y lo que es peor, saben que tienen que hacer para anularnos. Dispondrían de un par de ocasiones pero el Villarreal tras su primera llegada, lo haría en repetidas veces de forma más clara y contínua, yéndose al descanso con la sensación de que debía ir ganando merecidamente, más aún tras haber tenido la ocasión de marcar de penalti y lanzarlo alto Senna. En la balanza de justicia (que muchas veces no sirve para nada), lo más normal era como digo que ya se fuera ganando pero también hubo lagunas, nervios, costó como digo arrancar y entre otras cosas, cuando el equipo se iba arriba sufría a la hora de recular.

La segunda parte empezó similar a la primera, con el rival presionando, más arriba si cabe porque además su entrenador hizo un cambio ofensivo y en esa valentía de ir a buscarnos vino nuestro primer gol, en un recurso poco habitual del conjunto amarillo como es jugar a la contra, pero que ayer fue muy efectivo. Uche (muy participativo e incisivo, el mejor del partido junto a Cavenaghi y Bruno) le daría un pase al desmarque del jugador argentino y este la pondría en bandeja al de Artana para que solo tuviera que empujarla a la red. De nuevo tras el gol, volvería la sensación de que este equipo no sabe manejar ponerse por delante en el marcador y le entran nervios e indecisiones como si el rival fuera el que ha marcado. Parte del cambio a mejor vino propiciado por el que Bruno adelantara su posición (ya jugó con Lotina así a final de la temporada pasada) dado que como él mismo reconoció en el post-partido, se solapaba mucho con la de Senna. En una de sus internadas propició que Mora viera la segunda amarilla y fuera expulsado, cosa que sin duda marcó el partido. Aún así el Villarreal no estaba del todo cómodo y no sería hasta el segundo gol cuando por fin se esposaría los nervios de encima. De nuevo repetirían los protagonistas del primero, intercambiando esta vez papeles y siendo Bruno el que daría el clásico pase de la muerte a Uche, precedido de un antológico pase al hueco de rabona por parte de Cavenaghi. El conjunto amarillo empezaría a soltarse y a gustarse y Hernán se uniría a la fiesta en un golazo tras jugada en solitario y el propio “torito” tendría el premio del gol ya en el descuento con un taconazo a pase de Venta.

Victoria por goleada que debe servir para dar confianza y ojalá de punto de inflexión para el ansiado asalto a los puestos de cabeza, siendo ojalá el principio de una racha de conseguir varias victorias seguidas (cosa que no sucede desde el inicio de temporada). Eso si, servidor al menos no volverá a cometer el error de lanzar las campanas al vuelo como hizo tras ganar en Santander. Hoy si tuvimos rival delante, un buen rival de hecho, pero el abultado resultado puede inducir a engaño y es que el encuentro viene claramente marcado por quedarse ellos con diez, pero durante gran parte del encuentro, el guión olía a que se iba a repetir lo de días como ante el Murcia o el Huesca y el 90% de la grada pensaba que nos iban a empatar. Eso no quita que disfrutemos de una alegría que merecíamos y necesitábamos hace mucho, a la vez que sea motivo de felicidad ver al grupo tan unido, como se apoyan entre si y hacen lo propio con su entrenador y como las rencillas que hayan podido haber entre ellos y la grada, poniendo ambos “bandos” de su parte, han quedado saldadas.

No olvidarnos por otra parte de que ayer era un match point para el entrenador, que debe seguir convenciendo y dando resultados si quiere seguir en el cargo. Era un clamor popular que salvo una victoria como la de ayer, su puesto iba a quedar libre e incluso había ya un rumor extendido de quien iba a ocuparlo hoy mismo. Parece que ayer por fin se dio cuenta de que entre otras cosas hay que jugar en casa con dos puntas si o si y que fue injusto con Cavenaghi (declaraciones que le honran y que como siempre resumiré al final de la crónica) . Eso si, un servidor es escéptico en que de repente se le hayan curado todas las manías y puntazos experimentales extraños, aunque ojalá me equivoque y haya visto la luz. Ahora toca visitar a un rival en racha como es el Girona, ante el cual no sería descabellado un cambio de sistema aunque tampoco pasaría nada si repite once, aunque esto último va a ser imposible por el hecho de que Senna vio la quinta tarjeta amarilla y le toca descansar. Juegue quien juegue, gran noticia sería encadenar dos victorias consecutivas y más ante rivales directos.

Ya en rueda de prensa, el técnico visitante, José Bordalás, comentó que con un resultado tan contundente puede parecer que ha habido una superioridad muy grande del Villarreal pero cree que no ha sido así, que el primer tiempo lo tenían controlado hasta la jugada del penalti. Que el Villarreal ha tenido alguna clara de Uche y que el segundo tiempo lo han iniciado bien también con un cambio ofensivo y en una jugada que estaban en ataque los han sorprendido y a partir de ponerse por delante, que la expulsión ha sido determinante y en un equipazo con tanta calidad es algo que te marca. El segundo gol dice que los ha cogido despistados y el tercero y el cuarto los valora también como errores. No quiere buscar excusas y felicita al Villarreal pero cree que hay jugadas determinantes como que en la primera falta que hace Mora le sacan tarjeta o que Senna no fuera expulsado por agresión y que luego se la perdonara en la segunda parte.

Por su parte, Julio Velázquez, valorando el encuentro, dijo que en la primera parte el grupo quería con una actitud formidable, incluso más de la cuenta, que hemos salido a solventar el partido en cinco minutos yendo todos de la mano en un partido difícil por todas las connotaciones y por un rival que está arriba por algo. En la segunda parte valora que hemos estado más asentados y hemos tenido más efectividad en el área rival aunque en la primera ya las habíamos tenido claras. Sobretodo cree que hemos estado más serenos a la hora de afrontar cuando no éramos poseedores. Le gustaría que este partido sea un punto de inflexión, coger una buena racha que estuvo apunto de lograrse tras Santander. También que sea un punto de tranquilidad, normalidad y que sirva para dar un golpe en la mesa, que no nos vamos a conformar y vamos a ir a por más y que este es el Villarreal que todos queremos.

Sobre jugar con uno o dos puntas cree que en el 50 o 60% de partidos que se ha jugado con dos y no se ha tenido efectividad y se alegra por Cavenaghi que se ha comportado como un señor pese a lo mejor reconocer que no había sido él justo no dándole oportunidades y en general se siente orgulloso del compromiso del equipo al que le da matrícula de honor. Se quita el sombrero también ante la afición que seguramente desde el principio lo fácil era criticar a jugadores y afición y han apoyado todo el partido. Sobre que Bruno haya jugado más adelantado dice que ha sido buscando que los mediocentros no se solaparan como ha pasado otros partidos y destaca también el gran trabajo de Senna.

¿Se saca una espina a nivel personal tras todo lo que se ha ido comentando? Contento por los jugadores que son un grupo excepcional y después por su familia que sufre mucho. Quería que los dueños disfrutaran un partido, que la afición acabara hasta cantando en los minutos finales, pero la vida sigue, a veces se gana, otras se pierde pero a seguir con el proceso y al final el resultado viene por muchas connotaciones y factores.

4 Villarreal: Mariño; Javi Venta, Mellberg, Musacchio, Joan Oriol; Cani (Hernán Pérez, 68’), Marcos Senna, Bruno, Trigueros (Jaume Costa, 90’); Uche y Cavenaghi (Pandiani, 90’).

0 Alcorcón: Manu Fernández; Nagore, Babin, Laguardia, Ángel; Mora, Abraham, Fernando Sales (Morán, 70’), Camille (Miguélez, 46’); Juli (Kike López, 70’) y Oriol Riera.

Goles: 1-0, min. 49: Bruno. 2-0, min. 74: Uche. 3-0, min. 86: Hernán Pérez. 4-0, min. 89: Cavenaghi.

Árbitro: Antonio Mariscal Sánchez. Amonestó a Marcos Senna (14’) y Mellberg (44’) por parte del Villarreal y a Manu Fernández (26’) y Laguardia (64’), Abraham (64’) y Ángel (81’) en el caso del Alcorcón. Expulsó a Sergio Mora en el minuto 63 por doble amonestación.