El Villarreal cae ante el Nápoles en un partido sin trascendencia

Ayer se terminaba la participación del Villarreal en esta edición de la Champions League con un partido sin trascendencia más allá de servir para probar y que cojan ritmo jugadores que vienen de lesiones o molestias.

Futbolísticamente tampoco fue un partido realmente llamativo dado que ninguno de los dos equipos hizo una gran exhibición. La primera parte fue un sopor por parte de ambos aunque en la segunda mejoró sobretodo con el condicionante de que el Manchester City iba ganando y el Nápoles tenía que hacer lo propio.

El conjunto amarillo tuvo algún momento lúcido de toque de balón y de circulación, sobretodo con un Marcos Senna que fue lo más destacado del encuentro y que es una lástima ver como pasan los años y que por desgracia no está para mucho más de 45 min. aunque durante el rato que está es de lo mejorcito que tenemos. Mencionar al siempre voluntarioso Hernán Pérez que intentó hacer peligro en sus internadas por banda y a Diego López que pese a que pudo hacer algo más en los goles (sobretodo en el primero aunque creo que se quedó plantando confiando en que la pelota chocara contra Mussachio) hizo varias paradas vitales que evitaron una mayor goleada.

Pero las sensaciones no mejoraron. La imagen no fue tan lamentable como el día del Racing pero seguimos siendo un equipo sin chispa, sin alma. Nuestro control del balón es lento, predecible, sin profundidad. De semanas atrás para acá se intentó cambiar el sistema, anteponiendo la seguridad defensiva y el no encajar goles y a partir de ahi ir creciendo. Tuvimos alguna jornada de mantener la puerta a cero pero fue un espejismo. Seguimos muy vulnerables atrás y cada balón colgado a la espalda de la defensa o jugada a balón parado es un susto. A hombres como Zapata o Ángel se entiende que ayer les ganaran la espalda y en velocidad porque vienen de un proceso de lesión y tienen que ir cogiendo ritmo pero lo preocupante es que esté quien esté pasa lo mismo.

Terminamos la Champions como la empezamos: con un 0-2 en contra en casa y dando una triste sensación. Además tenemos ya en nuestra historia desde ayer el triste dato de que somos el peor equipo español de esta competición.

Pero bueno, llevamos 10 años seguidos entrando en Europa, 3 de ellos en Champions y no dudo que volveremos. Muchos fueron los que dijeron la primera vez que estuvimos que nunca volveríamos y esos mismos ya nos dan por descendidos. Les demostraremos de nuevo que están equivocados. Ahora nos toca sufrir en liga y hacer el mejor papel posible en copa pero después de tantos años de felicidad, por uno de tristeza sería injusto no confiar en los nuestros y dejarlos de lado. No hay nada como oir el himno de Champions en tu estadio pero como digo, estoy convencido de que volveremos y además dentro de no mucho tiempo.

Volviendo al partido y como hechos anecdóticos (dado que tampoco tuvo consecuencias para nadie ni físicas ni de sanciones) ayer haciendo honor de las nacionalidades de ambos equipos, vivimos un spaguetti western como decía un colega por twitter al más puro estilo de Bud Spencer y Terence Hill, con Ángel y Gonzalo como protagonistas en nuestro bando y Aronica en el suyo. El jugador del equipo napolitano se hinchó impunemente a dar patadas a diestro y siniestro. Nuestro jugador isleño se hartó de ello y le hizo una fuerte entrada, a lo que aquel de contestó con una agresión a modo de codazo para luego hacerse el loco. La venganza la pondría nuestro defensa argentino que en una ida de cabeza considerable y con el balón a varios metros de ellos, le metió un codazo al rival que para acentúar más el tono peliculero le echó todo el cuento que pudo y más.

También mencionar que aunque fueron en momentos puntuales se oyeron silbidos para el equipo en general, para algún jugador en particular y aunque duró pocos segundos se volvió a oir el "Garrido vete ya"

En rueda de prensaMazzarri no compareció. Apareció un representante del club diciéndolo a los medios italianos pero los que allí no entendíamos el idioma nos quedamos con las ganas de saber los motivos. ¿Caliente por su expulsión? ¿Prefería quedarse en el vestuario celebrando la clasificación?

Juan Carlos Garrido si lo hizo aunque sin sorprender en sus declaraciones. Más allá de hacer un poco de resumen de la competición, recordando de nuevo que nos ha tocado el grupo más difícil de la historia de la Champions y que de todos modos valora mucho el haber participado en ella aunque la Europa League sea más asequible, volvió a intentar sacar los aspectos más positivos del encuentro como la recuperación de jugadores y valorar de forma importante esos momentos en los que el Villarreal tocó la pelota y mejoró las sensaciones del partido anterior.

Como siempre insistió en la necesidad de seguir trabajando, de sobreponerse a estas piedras del camino y sobretodo en recuperar jugadores, argumento que sirve practicamente para cada pregunta que se le hace, incluida alguna como la que le hizo servidor sobre si el resultado del Domingo es clave para su continuidad.

Villarreal: Diego López; Ángel, Zapata (Gonzalo, min. 75), Musacchio, Joan Oriol; Bruno, Senna (Joselu, min. 73), Hernán Pérez, De Guzmán; Nilmar (Camuñas, min. 64) y Marco Ruben.

Napoli: De Sanctis; Campagnaro, Cannavaro, Aronica; Maggio, Gargano, Inler, Zúñiga (Grava, min. 90); Hamsik (Dzemaili, min. 78), Lavezzi y Cavani (Pandev, min. 82).

Goles: 0-1. Min. 65: Inler. 0-2. Min. 76: Hamsik.

Árbitro: Svein Oddvar Moen (Noruega). Amarilla a los locales De Guzmán (3'), Zapata (21'), Hernán Pérez (37') y Ángel (89'); así como al visitante Campagnaro (89'). Expulsó al entrenador del Napoli Walter Mazzarri (54').