Derrota dolorosa en Nápoles que complica las aspiraciones europeas

Hoy hemos disputado en Nápoles un partido que tiene muchas lecturas y muchas reflexiones. Intentemos analizarlas todas, las cuales no son imcompatibles entre si.

Lo primero recordar que nos enfrentamos a ellos la temporada pasada como todos sabemos en Europa League. Al contrario que nosotros, ellos a parte de mantener a sus jugadores estrella se han reforzado gastando el doble de lo que el conjunto amarillo ha hecho en fichajes. Sumándole las ganas de vendetta, la ilusión y el ímpeto puesto en la competición, hoy era un partido cuanto menos complicado (esto no quiere decir que nosotros no tuviéramos las dos últimas cualidades citadas)

En casa contra el Bayern no opusimos resistencia, fuimos vapuleados por un equipo que gracias a que no tuvo un día brillante no nos pegó mayor humillación. Tras los partidos contra Mallorca y Athletic vimos que mejoramos la actitud en el campo pero que tenemos muchas limitaciones y mucho que mejorar y hoy fue de nuevo patente. Quizá es peor no dar la cara que darla y ver que no puedes, pero ambas sensaciones dejan bastante mal sabor de boca.

Tuvimos un buen arranque y los primeros minutos fueron nuestros incluyendo alguna llegada arriba donde por ejemplo Nilmar tras un rebote se quedaba solo ante el portero y fue agarrado en una jugada donde se castigó al defensa con amarilla cuando pudo ser roja. Fue una de tantas de un árbitro muy casero que no midió con el mismo rasero a unos y otros (el pobre Zapata iba de aquí para allá con una camiseta rota tras una jugada donde le pitaron la falta en contra, una anécdota de tantas) , que a ellos les pitaba todo a favor y a nosotros bien poco y que nos quitó entre otras la oportunidad de meter gol en un penalti claro no señalado sobre el citado jugador brasileño. Ahora es cuando los de la escopeta preparada que leen este artículo dicen "ya empezamos con las excusas". Como he dicho al arranque de mi texto, el partido tiene muchas cosas a analizar... prosigamos.

Tras ese breve arranque esperanzador empezarían a acosar nuestra área y en 2 minutos, concretamente entre el minuto 15 y el 17 se pondrían ya 2-0. Primero con una jugada donde la defensa tira mal el fuera de juego y después con un penalti claro de Gonzalo que está lento y al que le perdonan además la expulsión. Dos errores defensivos graves que nos cuestan una desventaja muy grande en el marcador.

Al rato de esa jugada llegaría un cambio que sorprendería a todos. Entraría Camuñas por Gonzalo, lo cual haría que Bruno pasara a la posición de central, algo que muchos calificarían de lo conocido ya como una Garridada más. Tras el partido se lee a gente que ni ha visto el encuentro y sigue pidiendo a voz en grito la cabeza del mister.

Analizando la alineación y pese a los rumores de antes del encuentro no encontramos nada especialmente notable, en un once que contentaba a la mayoría. Gonzalo es patente que sigue sin estar fino, en Bilbao se le puso como dijo el mister para ir recuperándolo y dándole una confianza necesaria.

Los argumentos de que "como el año pasado en la Catedral lo hizo bien lo pone de nuevo" me parecen aptas para supersticiosos o los que abrazan las estadísticas o sucesos pasados como fe de ley pero no como argumento que usaría (quiero creer) nuestro entrenador. No hizo mal papel y sumado a que Mario deja bastante que desear en banda derecha y que Zapata pese a ser ese central contundente que necesitamos no lo hizo nada mal en su puesto, no era descabellado repetir esa línea defensiva tal y como ha sucedido. Pero es innegable el hecho de que entre que alguno está lento y otro no da el nivel, no tenemos una defensa a día de hoy de garantías y nos está costando muchos goles.

En medio campo se ha echado mucho de menos al sancionado Borja Valero y hemos tenido a un Senna que mejora pero tiene un techo no muy alto que alcanzar y acompañándolos por las bandas a un Cani muy voluntarioso que fue de lo mejor de los nuestros pero le faltó el último pase e incluso remate y a un De Guzmán que quizá sea injusto valorar porque no tuvo una pretemporada como suele tener cada fichaje pero sea por X o por Y no está para jugar en este Villarreal ahora mismo. En los partidos que ha jugado hasta ahora de 10 balones que toca 9'5 son pérdida segura y hoy en un partido desastroso tocó fondo cuando ya hasta se tropezaba consigo mismo sin oposición del rival. Mucha gente aclama por esos 8 millones que costó, que no se puede vender como estrella un jugador que destacó en un equipo carne del descenso; incluso ya hay chistes sobre su pobre rendimiento. Como digo, seguramente no tuvo la pretemporada que debió tener y la fase de adaptación pero a la práctica lo que se ve y lo que importa es que quizá algún día si, ojalá, pero hoy no rinde para el Villarreal.

Volviendo al transcurso del partido, tras el cambio de Gonzalo la cosa mejoró pero tampoco notablemente. Poco a poco recuperamos el balón, cosa patente en la segunda parte pero tampoco creo que sea motivo de orgullo. Tuvimos posesión del balón pero porque ellos nos la regalaron y nos esperaban atrás agazapados a la contra.

Mientras nosotros llegábamos a su área tras incontables toques, ellos en balones rápidos buscaban ampliar su ventaja. Cabe decir que ni unos ni otros tuvieron claras ocasiones en la segunda parte para cambiar el marcador.

Lo más destacado fue el citado penalti clamoroso sobre Nilmar no pitado y uno que casi lo fue sobre Rossi dado que la falta fue cometida practicamente rozando la línea, pero ese control de balón que tuvimos, ofrecido claramente por decisión del conjunto local como digo y que no dio en ningún momento sensación de remontada.

Si fue sorprendente el cambio rápido en la primera parte, en la segunda los otros dos llegarían bastante tarde. Durante casi todo el segundo tiempo calentaron Marchena, Wakaso y Mario lo que ofrecía pocas esperanzas en cuanto a poder ofensivo y al final salieron Hernán Pérez y Wakaso aunque como digo tarde, ya pasado el minuto 80.

En resumen: una primera parte donde pagamos gravemente dos errores defensivos y una segunda parte donde el Nápoles nos entregó el balón otorgándonos así una sensación falsa de control que no tuvo consecuencias ni para nosotros ni para ellos que con ellos buscaban ampliar la distancia en alguna ocasión aislada a la contra. A ellos les salió el partido a pedir de boca.

Juan Carlos Garrido en declaraciones al terminar el encuentro decía que sigue creyendo en nuestras posibilidades y que pagamos muy caros dos errores. Volvió a repetir como en los últimos encuentros que vamos poco a poco a más, dando mejores sensaciones.

Lo malo es que las sensaciones no sirven de mucho si no ganas y que si, vamos poco a poco a más, pero igual cuando estemos bien ya estamos eliminados de Champions. De momento y aunque quedan esperanzas, está muy complicado pasar a la siguiente ronda y va a estar difícil optener la tercera plaza. Una cosa y otra se decidirá o se verá de una forma más pesimista u optimista en los siguientes partidos contra el Manchester City, que empató en casa y ha perdido hoy en Alemania y que a día de hoy es nuestro rival a batir.

Lo más próximo de todos modos es el encuentro contra el Zaragoza en el Madrigal el próximo Sábado, donde es vital la victoria para seguir escalando posiciones en liga y para que no vuelva de nuevo (si es que se fue) un panorama bastante negro y/o preocupante.

1 Nápoles: De Sanctis; Campagnaro, Cannavaro, Aronica; Gargano, Inler, Zúñiga, Dossena; Hamsik (Mascara, min. 78), Lavezzi (Santana, min. 87) y Cavani (Pandev, min. 70).
1 Villarreal: Diego López; Zapata, Gonzalo (Camuñas, min. 32), Musacchio, Catalá, Bruno, Senna (Wakaso, min. 82), Cani, De Guzmán (Hernán Pérez, min. 82); Rossi y Nilmar.
Árbitro: Frank De Bleeckere (Bélgica). Amonestó a los locales Aronica (min. 4) y Cannavaro (min. 57); así como a los visitantes Gonzalo (min. 15), Rossi (min. 83) y Cani (min. 84). Arbitraje muy casero que entre otras cosas se tragó un claro penalti a Nilmar.
Goles:
1-0. Min. 15 Hamsik
2-0. Min. 17: Cavani