El Ayuntamiento sólo autorizará los contenedores de recogida de ropa usada y calzado en la vía pública que tengan un fin benéfico acreditado
En un mes se retirarán los más de 500 que actualmente hay en Valencia
Se ubicarán, entre 50 y 70, en instalaciones municipales y estarán homologados
El Ayuntamiento de Valencia regulará la instalación de contenedores de ropa y calzado en la vía pública con el fin de autorizar sólo aquellos que tienen fines benéficos. Se ubicará un máximo de 70, en equipamientos municipales distribuidos por diferentes puntos de la ciudad, y estarán homologados, identificados y dispondrán de las medidas de seguridad adecuadas, según ha anunciado hoy el Concejal Delegado de Coordinación Jurídica, Ordenanzas, Licencias e Inspección, Félix Crespo, tras dar cuenta del estudio elaborado sobre la situación, la propiedad y los fines de los más de 500 contenedores ubicados en las calles de la ciudad, cuyos propietarios ya han sido advertidos de su situación “alegal” y disponen de un plazo de 30 días para su retirada.
Félix Crespo ha explicado que el Equipo de Gobierno ha acordado esta medida ante la instalación indiscriminada de contenedores que, además de ocupar la vía pública sin permiso, han generado situaciones de riesgo, ya que se han detectado intentos de robo y de venta ilegal de las prendas que los ciudadanos depositan en estos contenedores, por parte de algunos que se aprovechan la sensibilidad social para fines mercantiles.
En su comparecencia ante los medios de comunicación, el Concejal ha resaltado que, a partir de ahora, las entidades sin ánimo de lucro que quieran instalar sus contenedores en la vía pública deberán acreditar su experiencia, de un mínimo de cuatro años, que demuestre que con la recogida de ropa realizan programas de inserción laboral y que de su acción social se beneficien vecinos de la ciudad de Valencia que carezcan de recursos. Además, ha enfatizado Félix Crespo, “la instalación de cada contenedor estará auspiciada por un convenio firmado entre la mencionada entidad sin ánimo de lucro y el Ayuntamiento, tal como se evidenciará en cada uno de los contenedores que, por otra parte y para evitar picarescas, estarán numerados”.
En su intervención, el Concejal ha repasado cronológicamente cómo han ido apareciendo los contenedores de recogida de ropa en las calles de la ciudad de Valencia, y ha recordado que, en un principio, en el año 2005, la cooperativa “Roba amiga” de la mano de la Fundación José María Haro de Cáritas y la asociación “La Casa Grande” se pusieron en contacto con el Ayuntamiento para solicitar la instalación de unos 50 contenedores que permitieran canalizar las donaciones de ropa para beneficiar a quienes carecen de recursos para adquirirla.
“Estas dos entidades contaban con programas de inserción laboral y de ayuda a personas necesitadas”, ha asegurado Crespo, quien asimismo ha indicado que, a partir de 2008 comenzó a proliferar en Valencia el número de contenedores sin permiso previo, con los problemas anteriormente explicados que alertaron a la Policía Local.
Tras realizar el estudio detallado del número de contenedores y de sus propietarios, el Ayuntamiento se ha puesto en contacto con ellos para conocer sus fines y para preguntarles por qué no habían solicitado permiso. Al margen de un número de almacenajes sin identificar, Félix Crespo ha explicado que han contactado con los propietarios de otros de ellos: “Humana. Fundación Pueblo para el pueblo” y “Jóvenes Unidos para el Desarrollo Medioambiental” así como “Texlimca”.
“La primera organización ha cambiado varias veces de nombre y reconoce que el 50% de la ropa que recoge la vende a pequeños comerciantes de países africanos, y el otro 50% lo vende o lo recicla, según su estado. Las otras dos entidades también tienen carácter comercial. Una, con sede en Toledo, se dedica a la venta de residuos textiles y asegura que una pequeña parte de sus beneficios las destina a fines humanitarios en Perú, una iniciativa que sólo avala con unas fotografías; y por último, la tercera, que es de Alzira, se dedica a la producción de trapos de uso casero”, ha concretado el Concejal
Acompañado de la Delegada del Área de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Maria Àngels Ramón-Llin, y de la Delegada de Bienestar Social e Integración, Ana Albert, ha hablado de la “cautela” con la que el Equipo de Gobierno ha abordado este tema “puesto que se trataba de un asunto complejo que afecta a diferentes servicios”. “Si bien –ha concretado- hemos comprobado que, desde el punto de vista medioambiental, estos contenedores no cumplen ninguna función, ya que tanto la ropa como el calzado tienen consideración de residuos urbanos y se pueden desechar en los contenedores habilitados para ellos”.
“Por otra parte, desde el punto de vista social, hemos reiterado el compromiso municipal de colaborar con todas aquellas entidades que prestan un fin benéfico y en esa línea vamos a seguir”, ha concluido Félix Crespo, quien, por último, ha aclarado que la regulación de esta actividad se ha llevado a cabo de forma muy diferente en las distintas ciudades españolas que han intentado establecer una normativa. Así, en algunas localidades se ha sacado a concesión la ocupación de la acera y se paga por tener los contenedores en la calle, mientras que en otras, como Zaragoza, se ha ordenado la retirada de todos los contenedores de ropa.
En Valencia lo que hasta el momento se puede calificar de “irregularidad administrativa”, porque no estaba escrito en ningún documento, se va a recoger en la próxima “Ordenanza Municipal de Ocupación de la Vía Pública”, con las condiciones anteriormente expuestas.