El Festival de Música de Cámara de Godella se despide ovacionado
Más de mil personas participaron en los actos que los Amigos de la Música de Cámara de Godella organizaron para el Festival Internacional de Residencias de Godella que durante seis días ha erigido a esta localidad en capital cultural de la comarca. Vecinos del municipio y de pueblos de los alrededores se unieron a la propuesta que desde hace cuatro años propone este colectivo y que, un vez más, trajo a artistas de primer nivel europeo como el pianista Josep Maria Colom, el fagotista David Tomàs, el grupo de cuerda francés Quartet Voce, la violinista Mirabai Rosenfeld o el propio clarinetista Joan Enric Lluna, director artístico del festival y alma máter del proyecto. En total, más de 50 artistas entre los que también se conto con la joven orquesta, formada principalmente por los jovencísimos músicos del galardonado grupo local Música Cordis.
“Hemos mantenido la intimidad y la proximidad de la música de cámara y la respuesta de la gente ha sido año tras año, impresionante –comentó Lluna-, huimos voluntariamente de espectacularidades impostadas para ofrecer, sencillamente, lo que sabemos hacer: música”.
Sarah Dayan, Cécile Roubin, Guillaume Becker y Florian Frère (Quartet Voce), junto a Josep Maria Colom fueron los encargados de cerrar el festival anoche con el apasionado Quinteto con piano en Mi b Mayer Op.44 de Schumann. La interpretación, cargada de emoción, sincronización y fantasía envolvió a los asistentes que no se contuvieron para despedirlos con una larga ovación a los artistas. Previamente, Colom, Lluna y David Tomàs ya habían recibido el calor de un público entregado tras su Trio para clarinete, fagot y piano, de Zemlinsky; el prestigioso pianista –y Premio Nacional de Música en 1998-, Josep Maria Colom había sido el encargado de iniciar la velada encabalgando obras de Chopin y Debussy y demostrando un virtuosismo privilegiado.
Era el tercer concierto, y el tercer éxito tras la inauguración del viernes y la espectacular audición del domingo en la pequeña Ermita de Campolivar. Dividido en dos partes, contó con la participación de los integrantes de MoonWinds, una iniciativa artística que surgió de la mano del director del festival, Joan Enric Lluna, en el año 2006. Pero también con la presencia de Quartet Voce, que destacaron por su rapidez e intensidad de movimientos, así como con miembros de la OCV del Palau de les Arts.
Una noche en la que se interpretaron obras de Beethoven, Françaix, Strauss y Tchaikovsky, todas ellas brillantemente, y en la que los instrumentos de cuerda y de viento fueron los protagonistas. “Promete ser una noche de muchos contrastes” comentó uno de los integrantes de Moonwinds durante la presentación del acto. Y tenía razón.
Las actuaciones más aclamadas fueron la del sexteto con fagot de Françaix, en la que la melodía fluctuaba entre la agresividad y la delicadeza, y Till Eulenspiegel, Einmal Anders! de Strauss, cuyo final casi hizo levantar del asiento a más de uno.
Y para terminar, un encuentro post-concierto en el mismo jardín de la Ermita, edulcorado con horchata y fartons para los asistentes. Y con buena música de fondo.
“Ha sido un auténtico placer para Godella y para muchos amantes de la musica de nuestra comarca contar con este elenco de artistas y el respaldo de la gente refuerza todavía más nuestro empeño en no recortar en cultura como hacen otras administraciones en cuanto pueden”, señaló el concejal de Cultura y Comunicación, Ferran Vilella. “La propuesta del Festival de Residencias va todavía más allá y nos permite entrar en las entrañas de la música gracias a sus ensayos abiertos y conciertos interactivos”, concluyó el responsable del área.