Los salesianos inauguran la Casa de Acogida de Menores

La Obra Salesiana de Burriana ha aprovechado la víspera de la festividad de San Juan Bosco, fundador de la congregación, para inaugurar la Casa de Acogida de Menores, levantada sobre el módulo del comedor y vestuarios del colegio y que tiene acceso independiente desde la calle Santo Domingo Savio.

El inspector provincial de la Inspectoría Salesiana de San José de Valencia, Juan Bosco Sancho, ha sido el encargado de bendecir las nuevas instalaciones en el hall de entrada, antes de la visita oficial al centro, completamente terminado y que ha sido posible gracias a la iniciativa de la Obra Salesiana de Burriana.

El director de la misma, Gumersindo Valero, ha dado las gracias a todos cuantos han contribuido a que esta Casa de Acogida sea una realidad, en especial al Ayuntamiento y a toda la Corporación Municipal, “y en su nombre a toda Burriana, ya que no hubo ninguna reticencia y todos los grupos aprobaron por unanimidad que el Consistorio financiara parte de este proyecto, al considerarlo una necesidad para la ciudad”. Valero también ha reconocido públicamente las aportaciones del Grupo Porcelanosa, de la Fundació Caixa Castelló-Bancaixa, así como de todos aquellos empresarios y particulares que han apadrinado este proyecto con sus donaciones.

El director de los salesianos en Burriana también ha recordado el papel de su antecesor, José Sabater y de la anterior directora territorial de Bienestar Social, la burrianense Rosario Vicent, “quienes lanzaron la idea y obtuvieron el respaldo de los Salesianos Cooperadores”, trabajo que ha tenido continuidad ahora con el relevo en ambas direcciones por parte del propio Valero y del actual responsable provincial de Bienestar Social, el burrianense Vicente Tejedo.

Por último, Valero ha pedido un reconocimiento unánime al alma máter del proyecto, Alfonso Ventura, “quien ha puesto en esta casa su corazón, su tiempo y su dedicación”, así como para el empresario Enrique Granell, “sin el cual no hubiese sido posible terminar esta obra a tiempo”.

El inspector provincial, Juan Bosco Sancho, ha recordado cómo San Juan Bosco –patrón de la Formación Profesional-, inició por el año 1870 el camino de las escuelas profesionales con la creación de una imprenta, “para la que pidió las mejores máquinas de Suiza, con las que aprenderían un oficio los jóvenes marginados y necesitados del Turín industrial”, comparando las excelentes calidades y acabados de la obra recién inaugurada de la Casa de Acogida.

La directora general de Familia de la Conselleria de Bienestar Social, Carolina Martínez, presente hoy en el acto, ha trasladado su felicitación tanto a los salesianos, en los que se formó y educó, como al Ayuntamiento por haber impulsado este proyecto tan importante para la ciudad.

El alcalde, José Ramón Calpe, estima que el Ayuntamiento estaba en deuda con los salesianos por todo lo que éstos han aportado durante décadas a Burriana, “y por eso considero que no se trata de un gesto de gratitud, sino que lo único que hemos hecho ha sido corresponder a lo que los salesianos han sembrado durante tantos años en nuestra ciudad”, expresa Calpe, quien confía en que esta casa de acogida sea una oportunidad para que muchos menores orienten su vida hacia un futuro mejor.

El Ayuntamiento aprobó por unanimidad en el transcurso del pleno extraordinario del pasado 29 de octubre el convenio de colaboración con los salesianos para aportar 100.000 euros en 2010, 50.000 en 2011 y otros 50.000 en 2012 para la financiación de la casa de acogida de menores de entre 8 y 18 años.


El centro, tutelado por la Generalitat Valenciana, atenderá inicialmente a un máximo de 12 menores de especial protección -entre 8 y 18 años- y tiene un presupuesto de 850.000 euros, financiados por diferentes entidades públicas y privadas, como la Fundació Caixa Castelló-Bancaixa. La obra la ha ejecutado la empresa local Urbasur Siglo XXI.


El centro de acogida se estructura como una vivienda, con entrada propia desde la calle Santo Domingo Savio, comunicada con el colegio. Tiene una superficie construida aproximada de 700 metros cuadrados y dispone de una habitación para el educador y despachos para un trabajador social o un psicólogo, así como salas de estar, de juegos y lavandería.
Este proyecto tiene como finalidad la integración socioeducativa y laboral de niños y jóvenes que en la mayoría de las ocasiones se encuentran en situación de exclusión por episodios conflictivos y problemáticos que afectan a sus familias.


Desde esta casa de acogida se ofrecerá un programa de intervención individualizado con cada uno de los niños y jóvenes para desarrollar áreas cognitivas, afectivas, habilidades sociales, así como alternativas sanas de ocio y tiempo libre, con el fin de proporcionarles una educación integral.