315 litros por metro cuadrado colapsan los Poblados Marítimos y el centro de la ciudad

Indescriptible. No cabe otro calificativo para explicar lo sucedido en Burriana. Juan Cabedo, a punto de jubilarse, después de haber dedicado más de la mitad de su vida como responsable de la Vía Pública, reconocía que no había visto nunca nada igual en Burriana.

La ciudad se ha colapsado después de caer 315 litros por metro cuadrado durante la noche y la mañana, hasta las 17:30, momento en el que la metereología ha dado un respiro a la espera de lo que pueda suceder esta noche.

El casco urbano se ha visto desbordado y se han cerrado varias calles principales como el Escorredor, el Barranquet y la plaza de la Generalitat, además de casi todos los accesos a la población, en especial las carreteras de Vila-real y Almassora.

Pero donde se han vivido las escenas más dantescas ha sido en la zona marítima. Vecinos de la Serratella han tenido que ser rescatados con el camión de los bomberos y un vehículo auxiliar todoterreno. Incluso algunos más jóvenes han salido metidos dentro de la pala de la excavadora municipal. Precisamente estas grandes máquinas que el Ayuntamiento emplea para la adecuación de la playa han servido para derribar el muro de contención de la avenida de la Mediterránea, junto a la Escola de la Mar, con la intención de desgotar por este punto al mar. Las excavadoras han arrastrado con su pala el agua hasta este lugar, aunque nos informaban de que después de varias horas de trabajo no había forma de que bajara el nivel. Concretamente, al final de esta avenida había algunos edificios con garaje en los que el nivel del agua alcanzaba 1,80 metros. El punto de enlace para toda la gente que iban rescatando era la rotonda de conexión entre la avenida del Mediterráneo y la carretera del Puerto. Muchos han sido conducidos hasta el Llar Fallero, y en su mayoría se han trasladado posteriormente a casas de familiares, exceptuando un grupo de rumanos que habitaban varias alquerías del término que no tenían a donde ir.

Ha habido un rescate en helicóptero a última hora de la tarde en la zona del Camí la Mar de Vila-real entre Sant Gregori y Santa Bárbara. Unos vecinos se encontraban allí en una antigua finca a la que no se podía acceder ni en coche ni en zódiac.

Cabe destacar que aunque no tenga una conexión directa, a medio día un anciano de 77 años ha sufrido un infarto tras ser informado de que se había inundado su alquería en la Serratella. Tras acudir al lugar ha padecido un ataque al corazón y pese a los esfuerzos de los bomberos y los sanitarios no ha sido posible salvarle la vida.

El río Anna presentaba a última hora de la tarde unos niveles alarmantes. Muchos ciudadanos paraban sus coches junto a los huertos de ocio ya que el agua casi se salía en este punto.

Los bomberos, algunos de ellos vestidos de submarinistas no han parado durante toda la jornada, al igual la Policía Local que ha tenido que realizar varios rescates, alguno in extremis, como en el Marjalet, donde un hombre ha quedado atrapado en su coche por la corriente. Ocho policías han acudido en su rescate, y han estado todos a punto de ser arrastrados por la fuerza del agua. Y es que además de las inundaciones, en esta ocasión ha llamado poderosamente la atención la fuerza del agua. El Camí Fondo desembocaba en la zona marítima como si fuera un río, al igual que todos los caminos que circundan el chalet de Lugo donde se han podido ver maderos arrastrados por la corriente.

La previsión para mañana es que después de atender los problemas surgidos en la vía pública se empiece a achicar las propiedades privadas, en especial sótanos y garajes subterráneos.

Muchos barrios de la localidad y la zona marítima han sufrido continuos cortes de fluido eléctrico.

Ya entrada la noche ha tenido lugar la visita del president de la Generalitat, Francisco Camps, el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, y el conseller de Medio Ambiente, Juan Cotino, para interesarse por la situación del municipio.