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El “Clara Campoamor” de Crevillent recibe una visita técnica de la Generalitat para restaurar el Libro de Cuentas del siglo XVIII

  • Este volumen, que apareció en el año 2019, es una de las joyas documentales del Archivo Municipal, puesto que contiene información del entonces llamado Consell de Crevillent entre 1.700 y 1.710

El Archivo Municipal “Clara Campoamor”, dependiente del Ayuntamiento de Crevillent, ha solicitado “la restauración de una sus joyas y tesoros documentales”, según ha afirmado la archivera municipal, Bibiana Candela Oliver, como es el Libro de Cuentas del Consell de Crevillent entre 1.700 y 1.710, “un documento que se perdió y gracias al crevillentino Joan Miguel Tomás se recuperó en el año 2019”. La restauración de este volumen correrá a cargo del Institut Valencià de Conservació, Restauració i Investigació (IVCRI), ubicado en la capital de la Comunitat Valenciana.

La archivera municipal, Bibiana Candela, ha defendido que “apostamos por la recuperación y salvaguarda de estos documentos, dada la importancia de este documento y porque carecemos de documentación de esos siglos, por ello, hemos solicitado su restauración al IVCRI”. Candela ha sostenido que este volumen contiene información importantísima relativa a cuestiones como los ingresos y gastos realizados por el llamado Consell de Crevillent en el siglo XVIII, referencias históricas como sueldos de funcionarios, ingresos de impuestos que había en el momento, aspectos relativos a las fiestas y vida cotidiana a lo largo de la citada década, coincidiendo con la guerra de la sucesión española.

El pasado viernes la técnica en Conservación y Restauración del IVCRI, Patricia Real Machado, realizó una visita técnica las instalaciones del Archivo Municipal “Clara Campoamor” para dar los primeros pasos del estudio de este libro. En una primera inspección, la técnica del IVCRI afirmó que “se trata de un libro manuscrito con encuadernación flexible en pergamino y cuyo estado de conservación no es el más idóneo porque se encuentra atacado por microorganismos, además, la cubierta de pergamino tiene unos faltantes de piel ya que en algún momento pudo verse afectado por el fuego y el borde inferior ha estado en contacto con humedad, originando mucha presencia de microorganismos”. Los pasos establecidos, según subrayó Patricia Real, son la toma de fotografías iniciales y hacer una descripción del estado de conservación de todas las partes materiales del libro. A continuación, “se restaurará la cubierta, se tratará con piel, se limpiará y se hará un tratamiento de humedad controlada para después alisarlo por tensión perimetral y los faltantes se reinsertarán con un papel japonés, que con almidón queda muy fuerte y cumple con la misma función que un pergamino”, sostuvo. En lo que respecta al cuerpo del libro, “los nervios de badana que cogían la encuadernación están rotos y los reforzaremos, no se desmontarán las hojas y sino que se tratarán puntualmente una por una, sobre todo la zona más afectada por los microorganismos y se reforzarán”. Por último, se realizará una caja de conservación con cartones libres de ácido con el fin de preservar el libro el máximo tiempo posible.

Patricia Real recordó que el IVCRI es una entidad pública adscrita a la Conselleria de Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana y cuya función es la de proteger, conservar y restaurar, a la vez que investigar y divulgar el patrimonio mueble de la Comunidad Valenciana.

Por su parte, la edil de Cultura, Mónica San Emeterio Gil, reiteró que “poner en valor el patrimonio que tenemos en el Archivo Municipal, así como su difusión y restauración, es una de las principales obligaciones que tenemos”. Así, la edil explicó que “el IVCRI tiene un área específica para la restauración de libros; una sección interesante porque nos da todos los datos históricos de nuestro pasado”. La regidora recordó que hace una semanas visitó las instalaciones del lVCRI en Valencia, junto con más miembros del equipo de gobierno, y contempló “el patrimonio crevillentino con el Cristo Crucificado de fibras vegetales, propiedad de la parroquia de Nuestra Señora de Belén, que se encuentra en las instalaciones del instituto valenciano y ahora esperamos que este libro también sea objeto de intervención por lo que nos congratulamos”.

 

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